Capitulo 1

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25 de mayo, 2005

Sus grandes ojos veían cómo se correteaban, riendo como niños bajo el sol de verano mientras él la seguía intencionalmente cerca con una manguera en su mano. Ella se veía jovial, con un vestido holgado y esos bucles rubios que caían en su frente ligeramente empapada por el sudor, con sus característicos hoyuelos marcando su rostro. Él no dejaba de carcajearse mientras pretendía esforzarse por alcanzarla, corriendo descalzo por el césped. Finalmente, él dejó de contenerse y puso fin al juego, alcanzándola y rociándola con el chorro de agua para que al final ambos terminarán abrazados, empapados y sonrientes.

Carysse solo los veía a lo lejos mientras jugueteaba con la margarita entre sus pequeñas manos, con ojos llenos de esperanza y de anhelo. No podía esperar para crecer y encontrar a su príncipe azul, a su verdadero amor.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la pareja se percató de que los estaba observando. Le sonrieron y abrieron sus brazos para acunarla entre ellos.
- ¡Cassy, ven acá princesa! - gritó con una sonrisa en su rostro.
- ¡Voy papi! - contestó.

Después de que sus padres se secaran, y de que su papá tratara, sin mucho éxito, de iniciar el fuego para asar la carne, Carysse observó cómo es que su mamá, con la misma gracia y dulzura de siempre, se acercaba hacia él, se arrodillaba a su lado y susurraba algo en su oído, seguido de un cariñoso beso en la mejilla y la entrega de un encendedor eléctrico para después dirigirse hacia su hija.

- Cariño, ¿te sientes bien? te noto un poco decaída - le preguntó su madre mientras sus ojos chocolate, idénticos a los de Carysse, la veían con preocupación.

- Mamá - hizo una pausa y continuó - ¿crees en el amor a primera vista?

- ¡Por supuesto que si, cariño! - respondió sin siquiera dejar una pausa - ¿Quieres que te cuente un secreto? - Carysse asintió - Cuando conoces a ese alguien especial, a veces puedes confundirte, pensando "Oh, sólo es un compañero siendo amable" o "Vaya, qué gran amigo es", pero te das cuenta de que esa persona es la indicada porque desde el primer momento en el que sus ojos se encuentran, simplemente se vuelve tu persona favorita y, antes de que te des cuenta, estás dispuesta a cambiar mil horas con cualquier otra persona con tal de pasar una sola a su lado... y lo más importante es que ellos también desean lo mismo que tú.

- Pero mami, ¿y si no hay alguien que me ame? - preguntó mientras se recostaba en el regazo de su madre. Lo que más amaba en el mundo era esa esencia impregnada desde su piel hasta su alma cada vez que la abrazaba, ese aroma suave mezclado con el perfume de botellita rosa del tocador.

- Cassy, mi amor - su madre empezó a cepillar su cabello con los dedos - eres una niña dulce, eres buena con los demás ¡y muy obediente además! - la despeino juguetonamente - ¿Cómo no amarte?

- ¿Pero y si no? - inquirió con aún más preocupación.

- ¡Pues entonces tu papá y yo lo haremos toda la vida! - la tomó en brazos y la cargó en sus hombros - vamos con papá antes de que se enfríe la comida, Cassy.

La pequeña sólo asintió y se dirigió a comer con su familia, con una sonrisa en la cara

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⏰ Última actualización: Jun 18 ⏰

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