Lv 3.

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Beomgyu abrió sus ojos pasmado y tan pronto como sus miradas se encontraron, el pelinegro sonrió picaro apresurandose a subirse sobre el rubio, dejando a este muy sorprendido.

-¡Ey!, ¿Qué haces?! - Alzó la voz con un tono trémulo, soltando un pequeño gallo.

-Escucha, quiero hacer algo contigo.

-¿Qué..?, vuelve a tu lugar. - Ordenó, sin una pisca de autoridad en su voz.

-Un trato, quiero un trato.

El rubio lo miró en silencio, esperando que hablara.

-¿Te gustan los videojuegos, no? - Se acercó a su oreja.
-Si tienes sexo conmigo ahora.. te compraré todos los que quieras. - Le susurró con un tono seductor.

Los nervios del rubio aumentaron junto con el color carmesí de sus mejillas, Beomgyu se quedó quieto cual estatua.

Yeonjun lo miró por unos minutos, antes de lanzarse a sus labios y saborearlos forzadamente.

Si tan solo eso no fuera una fantasía del pelinegro.. quien imaginaba todo con la vista en el techo blanco de su habitación.

Realmente deseaba besarlo y ni siquiera sabía si era por gusto o no, pero quería hacerlo con todas sus fuerzas.

Miró al rubio, notablemente dormido y soltando unos suaves ronquidos. ¿Ya se había dormido?, estaba totalmente convencido de que no podría dormir al ser una cama ajena.

Volvió a insultarse mentalmente, se sentía inútil. Jamás había perdido el tiempo y si fuera otra persona, tendría brazos ajenos rodeando su cuello mientras una voz le rogaba por más.

¿Qué le estaba pasando?, ¿Quizá ya estaba cansado?
Era imposible, no hizo mas que jugar bobadas en la televisión con un control que no dejaba de tirar al suelo para llamar la atención Beomgyu.

Finalmente, un Yeonjun frustrado cerró sus ojos y consiguió dormirse luego de dar vueltas en la cama durante horas.

En la mañana, el pelinegro sacudía de manera bruta a Beomgyu para con el fin de despertarlo.

-¿Eh...? - Abrió sus ojos totalmente perdido, con baba en su cara.

-Son las doce del mediodía, ¿Cuánto más quieres dormir? - Preguntó antes de darle un sorbo al café en la taza sobre sus manos.

El rubio se sentó y soltó un largo bostezo mientras Yeonjun buscaba ropa para prestarle.

-Ponte eso después de desayunar, te bañaras y te llevaré a casa. - Comentó el más alto mientras dejaba la habitación.

En la mesa separador entre la cocina y el comedor, Yeonjun había colocado el plato con el desayuno ya servido para Beomgyu, esperándolo para poder charlar con él.

Hasta que quien esperaba bajó las escaleras, vistiendo la pijama que el dueño de la casa le había prestado. Aún con sus pelos todos alborotados y cara de dormido, seguía luciendo bien a los ojos de Yeonjun, viéndolo con el seño fruncido de arriba a abajo mientras sorbía su café.

-Ven, siéntate. - Le dijo indicándole su asiento.

-¿Lo preparaste tu? - Preguntó con una voz ronca.

-Si, es sábado, así que los empleados no vienen a trabajar hoy.

Beomgyu asintió entendiendo y con el tenedor llevó una de las salchichas a su boca, siendo observado por el mayor con atención, repetiendose con los demás ingredientes del plato hasta acabarlo.

Videogames / YeonGyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora