POV: Dana.
El tiempo en Corea era un poco más frío de lo que me esperaba, pero aparte de eso, no había nada fuera de lo normal ese día. Después de desembarcar del avión, nos dirigimos a la zona de recogida de equipaje.
Dey, Natalia y Vicky iban primero, yo sólo oía el parloteo de Natalia y la risa exagerada de Dey, Kira, Camila, Hoshi y Julissa iban caminando entre ellos y nosotras. Vale y Sofi caminaban pegadas la una a la otra, como de costumbre, como si nadie pudiera verlas. Ana estaba a mi lado, sin parar de quejarse de lo deprimida que estaba por que se le había olvidado traer el pantalón que tanto le gusta. Fer seguía como siempre: iba de último, con los cascos puestos y mirando a su alrededor a través de los mechones de su cabello ondualdo. En lugares así, aveces era tímida, pero una vez que estábamos solo nosotras, esta un amor y la del relajo.
Aminoré el paso a propósito y tiré de ella.
-Deberías quitarte eso ya, si no, no nos vas a oír si te llamamos -dije.
Se me quedó mirando, ensimismada, y su expresión se volvió despreocupada:
-Oh, no hay problema -dijo.No mostró ningún ademán de quitarse los cascos después de eso. Negué con el cabeza, exasperado, y seguí escuchando las quejas de Ana. No le había dicho a nadie que en realidad estaba de mal humor porque había pasado la noche en vela.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara, como si tus padres se hubieran muerto? - dijo Sofi, mientras esperábamos a que saliera nuestro equipaje.
Sofia siempre nos molestaba de este modo cuando sabía que nadie estaba de humor para hablar.
Fer se quitó los cascos y murmuro desde un
lado:
-Está llorando tu pérdida en silencio.-He tenido una vida maravillosa, sobre todo la tenía antes de conocerte -dijo Sofia, mirando hacia afuera- y si consigo llegar a la furgoneta a salvo y sin romperme ningún hueso, consideraré que mi vida ha sido perfecta. Por cierto, linda furgoneta que rento Kira para nosotras.
- ¿De qué hablan? -la voz de Vale nos interrumpió.
-De nada importante -dijo Sofi sonriendo mientras miraba a Vale - cuando salgamos, busquen una furgoneta amarilla, no se pierdan -dije, mirando hacia los que tenía delante y luego hacia atrás.
Unos minutos más tarde, ya habíamos llegado al vestíbulo del aeropuerto. Lo único que podíamos hacer era seguir hacia adelante.
-¿Fer? ¿Ya ha vuelto a desaparecer? -miré hacia atrás y busqué con la mirada por todas partes, y le pregunté a Sofi, que estaba detrás de mí.
- ¿No iba contigo?
-¿Y eso quién lo ha dicho? - seguí buscando, y al final vi a Fer en una esquina, caminando en otra dirección -iiFernanda!! -grité, obviamente, llevaba los auriculares puestos y no me oyó.
Dey que iba el último vio lo que estaba haciendo y también le hizo señales a Fer, gritando:
-¡Fer, que es por aquí!Viendo que la cabezota de Fer seguía andando en la misma dirección, suspiré y me abrí paso hacia donde ella estaba.
-¿¡Quieres dejar de correr?! - Le di un golpe en el hombro y le quité los cascos - ¿Es que te vas a morir si dejas de escuchar música por un momento?
Fer me miró, confusa, señalando hacia la puerta: ¿Pero nuestra furgoneta amarilla...?
Me giré y vi a Julissa haciéndonos gestos con las manos, junto a nuestra furgoneta.
-Ven conmigo - dije, y la arrastré conmigo en la dirección hacia donde estaban todos.
Nunca supe que la frase que Fer no había podido terminar era: << ¿Pero nuestra furgoneta amarilla... no es esa de allí? >>