Parte Única

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Lee Corporation
Distrito de Gangnam, Corea del Sur
Octubre de 2023


–Creo haberte dicho que ese reporte debía estar listo para primera hora, ya está por acabar el día y aún no está terminado. –expresó su jefe, Lee Donghyuck.

–Jefe, usted mismo me pidió ayer que lo dejara de lado y le ayudara a... –miró al suelo un tanto avergonzado. –Resolver otros pendientes.

Aquél hombre, tan joven aún y dueño de una gran empresa, casado con la hija del presidente de la nación, era su amante también.

Tenían una importante junta el día siguiente y el reporte aún no estaba terminado porque ayer por la noche cuando acordaron quedarse a terminarlo al jefe se le ocurrió sucumbir a sus deseos y follárselo en el pasillo del edificio cuando ya no había nadie.

–No recuerdo haberte pedido tal cosa. –mintió, no iba a admitir en voz alta que las ganas por follarse a su asistente lo hicieron olvidarse de la importante cantidad de trabajo que tenían pendiente. Ciertamente podía decir que esos días donde peleaban más todo el día, terminaban follando toda la noche.

–Ayer a las ocho treinta justo cuando todos se habían ido. –recalcó Renjun un tanto exasperado. Apoyó sus manos en el escritorio y se acercó a él a medias. –Incluso le dijo al guardia que podía tomarse la noche libre y regresar a casa, ¿Acaso no lo recuerda aún, querido jefe?

–Cuándo te doy una orden, debes seguirla al pie de la letra. –dijo el jefe acercando también su rostro.

–Eso es justamente lo que hago. –respondió mirando sus labios y después sus ojos. –Usted ordenó que dejara todo el trabajo como estaba justo antes de empujarme contra la pared y meterm...

–Hyuck, necesito que firmes esto antes de irme. –interrumpió Jaemin sin darse cuenta de la cercanía de ambos. Renjun les dio la espalda y se encaminó al rincón de la oficina, fingiendo buscar algo en el librero.

–Dame eso. –carraspeó, tomó las hojas y las firmó rápidamente. –No quiero que llegues tarde mañana a la junta.

–No lo haré, pero en todo caso no te quedes aquí otra vez y ve a darte una ducha, duerme poco que te ves terrible. –le dijo su amigo. Renjun se rió por lo bajo y Jaemin le sonrió antes de cerrar la puerta e irse.

–En lugar de estar de risueño y coqueto con el vicepresidente deberías ir a tu lugar y terminar lo que te indiqué. –habló Hyuck muy molesto.

A Jaemin le gustaba mucho Renjun, Donghyuck ciertamente se sentía mal de saber que lo suyo no podría ser porque aún si estaba casado el compartir a ese chico no era parte de sus planes. Es de él y solo de él.

–No estoy coqueteando con nadie. –se defendió, volteando a verlo una vez más. –Incluso si lo hiciera no debería molestarle, jefe.

–Está en su horario laboral aún, Huang. –le recordó, ahora si bastante molesto. Sentía que los celos le hervían la sangre.

–Debo retirarme, si necesita algo ya sabe donde estoy. –se excusó y se retiró de la oficina. Sonrió de lado cuando notó de reojo como ese hombre no pudo evitar mirarlo de arriba a abajo.

Hyuck bufó restregándose la cara ante lo que acababa de hacer, sin embargo, es demasiado tarde para detenerse. Su egoísmo y su atracción por Renjun le estaban haciendo perder la cabeza.

Ese día por la mañana con la saliva de su asistente en sus labios y el placer post-orgasmo recibió a su amigo en la oficina, pasó un buen rato hablando de lo hermoso que es Renjun y lo mucho que le gusta.

Querido jefe; renhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora