La danza de la espada y la flor

Cena

Después de un buen rato estaría anocheciendo.

-Te dejaré a tu casa. /Clorinde dándole la mano\

-Que amable eres ma'am. /Navia tomando la mano de Clorinde\

Ambas caminan tomadas de la mano.

-Parece que las estrellas brillan más de lo normal. /Navia mientras mira el cielo\

-Es verdad no me había dado cuenta de ello. /Clorinde igualmente mirando el cielo\

-Es muy hermoso ¿no lo crees? /Navia\

-No tanto como tú. /Clorinde mientras mira a Navia de manera tierna\

-N-no digas e-esas cosas. /Navia sonrojandose\

-Sólo digo la verdad, ¿podría preguntar algo? /Clorinde\

-Sin problema. /Navia\

-¿Puedo besarte? /Clorinde quedándose quieta mientras sostiene la mano de Navia\

-S-si... /Navia sonrojada y emocionada\

Clorinde se acerca a Navia mientras sus brazos rodean su cintura, la besa de manera suave y tierna, Navia corresponde al beso mientras rodea su cuello con sus brazos, después de ese beso seguirían caminando y llegarían a la casa de Navia, Calas saldría a recibir a su hija.

-Muchas gracias por acompañarla. /Calas mirando a Clorinde\

-No es nada, con gusto la acompañaría con tal de que llegue bien. /Clorinde\

-No olvides la cena de mañana. /Calas mirando a Clorinde\

-Llegaré en cuanto antes. /Clorinde\

-Adiós y hasta mañana. /Navia sonriendo dulcemente\

-Descansen y tengan buena noche. /Clorinde dándoles un gesto de despedida\

Navia y su padre se meterían a su casa.

-¿Cómo te fue? /Calas mirándola atentamente\

-Bastante bien, le gustaron los macaroons que le preparé. /Navia sonriendo\

-Sabía que le iban a gustar. /Calas riendo suavemente\

-La verdad estaba nerviosa de que dijera que no. /Navia\

-Pero al final resultó bastante bien, ve a descansar hija mañana saldremos a caminar y debes estar muy bien descansada. /Calas\

-Tienes razón papá, descansa tu también. /Navia dándole un beso en la mejilla a su padre\

Navia se va a su habitación se pondría ropa cómoda y se acuesta, estaría bastante sonrojada al recordar los dos besos que tuvo con Clorinde.

Pensamientos de Navia:

No puedo quitarme de la cabeza la sensación de sus labios, el segundo beso tenía loco mi corazón y más porque ella me lo pidió, ojalá ella estuviese aquí conmigo así podría abrazarla todo lo que yo quisiera.

Navia tomaría su almohada, la abraza imaginando que es Clorinde y se queda dormida.

Clorinde estaría en su habitación leyendo un libro al acabar de leer se acuesta y recuerda los besos que ha tenido con Navia.

Pensamientos de Clorinde:

Mañana será un día tedioso, aparte de mi entrenamiento debo ver más documentos, no sé si debería decirle a Neuvillette que voy a cenar con Navia ya lo pensaré con más tranquilidad mañana.