Habían pasado tres días desde esa llamada y por alguna razón, mi relación con chanyeol mejoró mucho.
- despierta - sentí un susurró en la oreja
Abrí los ojos y me vi en la cama, entre los brazos de chanyeol.
- ¿dormiste bien?
- si - susurré tapándome la cara con la sabana
Tenia que ver si estaba vestido, no se que hago acostado con chanyeol en la cama... un día de semana.
- me quede a dormir ¿esta mal? dijiste que podría venir cuando quiera
- pero no a est- ¿a que hora viniste?
- eran las tres
- ¿am? - grité
No hubo respuesta, sólo un beso en los labios.
- eres un idiota, chanyeol
- son las 8:30hs ¿que quieres hacer? ¿seguir durmiendo, desayuno o...?
- ¿o?
Sentí como la mano de chanyeol se abría paso por debajo de mi remera. Al principio estaba fría pero cuando mi cuerpo se acostumbró a la temperatura de mi novio, lo único que pude hacer fue retorcerme de la risa.
- no te rías, arruinas el momento - susurró
- si quieres un momento romántico - dije miradolo fijo - no me toques ahí, sabes que me dan cosquillas
- ¿y aquí? - su mano estaba sobre mi pierna
- tampoco - me alejé riendo lo bajo
- ya, me rindo
- solo bésame, idiota
Así como se lo pedí, el lo hizo. Esta vez, yo metí la mano por debajo de su remera.
- baek - susurró sobre mis labios
Entre risas y besos, llevé mi mano hasta su axila haciendo que por alejarse de mi, se caiga de la cama.
- ¿por que hiciste eso? - gritó
- mmm - llevé un dedo a mis labios fingiendo pensar - venganza ~
Me coloqué en posición fetal y cerré los ojos con el fin de volver a dormir pero conociendo a chanyeol, sabia que eso no iba a ser posible.
- baek - gritó tirándose a mi lado - no te duermas ~~~
- tengo sueño, chanyeol
- oh, bueno
Se levantó y salió por la puerta de la habitación.
Pensé en ir tras el pero la cama no me soltaba, era muy cómoda y el olor de mi novio, estaba en ella.
x x x
Abrí los ojos y lo primero que pude notar fue un rico olor a comida.
Camine hacia la cocina y vi a un chanyeol tan diferente al de siempre.
Me senté sobre la mesada y si, lo admito... estuve viéndolo durante un rato.
Se veía tan hermoso tarareando una canción mientras cocinaba que en lo único en lo que podía pensar era en ir corriendo hasta el y abrazarlo por la espalda.