Cuando llegue el alba, extrañaré tus ojos tanto como a la noche, y cuando llegue la noche, extrañaré tu sonrisa destellante, extrañaré todo.
Y bajo las sombras de un amor efímero, sobre las cenizas de aquel cerezo que fue, y ya no es, estoy. Siempre, con la soledad en los brazos, con el miedo de que algún día, el recuerdo ya no esté.
Y al llegar la noche, lloro, como también lloran las flores, y el día está melancólico, taciturno, mi vista se nubla, mi camino se vuelve oscuro, aunque yo no temo, porque algún tiempo atrás amaba las noches oscuras.
El tiempo es solo un segundo, y en cada repetición uno siempre es el mismo. ¿Cuántos segundos tienen que pasar para someterme a otra metamorfosis? Quiero ser el mismo, el solitario, el que plasmaba hazañas, el que amaba la muerte.
Me culparé a mí, a mis ojos. Por ellos te conocí, y aunque extraño todo, más te extraño a ti. ¿Dónde estás? ¿Por qué me diste una esperanza? Hoy lloraré, mientras espero la noche o mientras cae el alba. No veré el ocaso, me hace pensar que tú, tú lo ves con alguien más.
Y cuando el crepúsculo caiga, y la claridad se vuelva tenue, y el sol se vaya, lloraré. Te prometí vivir, y siento que no lo cumpliré, pues por tu indiferencia, empiezo a amar más lo que el más allá no promete. Pero mientras tengo esa esperanza de que "sí puede ser", solo lloraré.
---
ESTÁS LEYENDO
Noches sin luna.
PoetryEsta es mi vida: dos versos y miles de poesías, una novela en prosa y la escritura en arte. Esta es mi vida. No lo leas, es mi vida. Este es el libro de las metáforas y las hipérboles, donde el suicidio es una solución y la muerte un regalo divino...