H A C E T I E M P O Q U E N O S É D E T Í

13

-  RETORNO -

Luego de largos años en Marbella, Armando y Gustabo volvieron a su pueblito como pareja.

Gustabo se sentía mal por dejar sin pastelería a los habitantes de ahí pero sabía que con la sabia de María se las apañarian.

Aún recuerda lo que le dijo cuándo se lo comentó “— Todo por el buen joven que regala galletas”.

Armando aparcó enfrente de la casa del rubio, bajaron y le dió la mano.

— Todo irá bien...

— Lo sé Armando -sonrió levemente y de repente: la vió, una cresta- ¡HORACIO!

Gustabo soltó la mano de Armando de forma suave y fue en busca del que creía su amigo pero era otra persona.

— ¿Horacio? -dijo el extraño confundido.

— P-perdon le confundí... -dijo avergonzado y confuso- Mari Carmen, ¿ha visto usted a Horacio? -le preguntó a una de sus clientas.

— Cariño... Horacio y Volkov... No están aquí.

— ¿Cómo? -se sorprendió- Es una broma, ¿Verdad..?

“— Te juro que te esperaré Hermanito, nos vemos cuando vuelvas perro”

«Todos mienten eh Gustabito...»

“No todos.”

Volvió con Armando y le abrazó escondiendo su rostro, todo el mundo susurraba, su hermano no estaba y su amigo chino tampoco.

— Armando... Vámonos a Casa...

— Claro bomboncito -le dió un besito y lo cargó dentro de casa.

Conway miró eso con celos.

~~~~~~ EN UNA REUNIÓN DEL PUEBLO.

— Superintendente Conway, debe hacer algo con él -dijo un poco asustada Mari Carmen- Fue muy bueno conmigo pero casi mató una persona...

— Haré todo lo posible, Créame. Ese bicho no quedará impune. -mintió el policía.

— Debe cerrar la pastelería! -dijo otro habitante.

— No, no la cierre no vuelvo a caminar 5km nunca más eh! -contratacó otro.

— ¡Yo no quiero un pan de parte de un asesino!

— ¡Y yo no quiero gastarme todos mis ahorros en la pastelería de otro pueblo!

Se armó enseguida una bulla entre ellos dividiéndose en gente que quería que Gustabo abriera la pastelería y comprar ahí y de gente que ya no se fiaba de él como pastelero y preferían ir a la del otro pueblo.

— Creo que ya no se acuerdan ustedes de todo lo que hizo ese chico por nosotros -dijo María Cristina- reformó casas y arregló el pueblo, ¿Ya no se acuerdan?

— Ya, muy bueno pero el pobre Yun en coma está -contratacó Juanjo.

— Recordemos que Yun antes del incidente le dijo cosas muy fuertes a Gusti. -le defendió María Cristina.