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Era un dia lluvioso en Yunmeng, los lotos eran golpeados por pequeñas gotas de rocío, y el ambiente era fresco, a medida que uno se acercaba a la secta se podían escuchar murmullos y voces de varios hombres como de mujeres, una secta que había renacido desde las cenizas era la historia que se contaba ya hace desde varios años, incluso el ascenso de dos grandes líderes nacidos de la misma familia, pero dueños de diferentes sectas, e incluso diferentes apellidos, el murmullo era agradable entre gente habilidosa y trabajadora, así como se acercaban las fechas para los festivales en Yunmeng

Entonces un par de pasos se ensuciaron entre tejados, las suaves pisadas silenciosas, hasta que junto a un puente una niña estaba a punto de dejar caer una muñeca, hábilmente el hombre dio un suave golpe con una flecha, aquella que sin punta reboto contra el bote que iba pasando, y aún más silencioso la muñeca volvió a las manos de la niña, el cultivador sonrió mirando esto, luego al detenerse detrás de él iban un puñado de guardias de poca monta

— Líder Jin! — gritaron en ausonio y luego un gran perro espiritual paso por debajo de sus tobillos, al menos del tamaño de una cría de caballo- quizás… al menos no tan grande como un oso? golpeo a los guardias haciéndolos caer, y ellos gritaron, algunos niños del pueblo jugaban con aquel gran perro, riendo al ausonio que el perro se escabullía y mordía la bota de algún guardia y lo arrastraba

— FAIRY! — grito el cultivador haciendo un silbido mientras seguía avanzando, al hacer ruido, ganando alguna ovación de varias mujeres, y entre todos, gente de Yunmeng, aunque llovía eso no apagaba el espíritu de la gente, el solo pudo reír y avanzar mientras seguía corriendo lejos

escabulléndose entre las personas para poder llegar más rápido a la secta, entre algunas risas acompañadas de su gran perro espiritual, quien al estar en un lugar más grande se sacudió, creciendo a la altura de un hombre adulto

al ser salpicado, el cultivador maldijo mientras se sacudía, luego hizo un voto de silencio, carraspeando hacia los cultivadores que veía al llegar, dando una orden a su mascota espiritual de esperar fuera, quien alegremente fue a jugar con unos cultivadores en el lodo

Sonrió orgullosamente, digno, con algún aura traviesa, ganando jadeos de sorpresa de unos cultivadores jóvenes antes de terminar sacando carcajadas de algunos discípulos mayores

como siempre, entrenando, hicieron alguna ovación de saludos y buenos deseos, a lo que el cultivador solo pudo sonreír y agradecer, y luego, mientras avanzaba, había pesas, espadas, telas, y un montón de cosas más acumuladas en sus manos

quien, aunque sostenía objetos que fácilmente podrían ser 5 cadáveres en sus manos, no dejo de sonreír, avanzando, una vez dentro, suspiro, y camino entre los pasillos de la secta, pronto pudo encontrar a un par de cultivadores que pudieran ayudarle a llevar eso a su dormitorio designado en la secta Jiang

─Tío ─ se escuchó la voz cansada de un joven adulto de alrededor de sus 22 años de edad, su cabello goteaba y sus botas tenían lodo, sí, este chico estuvo entrenando incluso mientras llovía, se quitó sus zapatos y los dejó por fuera del cuarto de su tío, se llevó una de sus grandes palmas a limpiar el agua que se deslizaba por su mejilla, el aire era cálido y fresco, con un aroma de té medicinal muy al fondo, dio un vistazo sobre el escritorio y pudo ver que, era ni más y menos obra del Líder Lan, el Suspiro

─ ¿Ya has creado tu propia técnica de espada?, no habías venido a entrenar por eso? qué es lo que quieres? …RuLan.

Mencionó tranquilamente con una voz ronca desde su escritorio, revisando algunos papeles y escribiendo otros, llegando a dejar el pincel y la tinta por un instante

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⏰ Última actualización: Jun 20 ⏰

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