Hola desconocido.
Me duele tu confesión ¿Sabes? Duele tanto. Duele saber que no significaste nada para la persona que querías. Duele saber que el dinero fue más importante, que tu estatus social fue más importante que los sentimientos de la persona que te quería.
Fui una apuesta.
Una miserable apuesta, la cual defendiste con lo mejor que tenías.
Aún recuerdo tus palabras.
"No me importas ¿Por qué amaría a alguien tan ingenua como tú? Fuiste una apuesta, no eres nada más para mí. ¡Entiendelo!"