Capítulo 1

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La muerte, decidió Harry, era muy diferente a todo lo que alguna vez imagino, mientras que el esperaba una infinita oscuridad plagada de olvido, o tal vez una especie de limbo en la que se reencontraría con sus seres queridos, lo que siguió fue una extraña desconección, o una conexión más profunda dependiendo el punto de vista desde el cual se mire.
Por un lado en el momento en que murió, fue como si todos los lazos que lo ataban a la vida se hubieran cortado, amigos, familiares, pasado y futuro, nada de eso importaba, era solo un conjunto de circunstancias que poco o nada tenían que ver con el, aquellas experiencias que en el pasado provocaron gran angustia o felicidad ahora solo eran un conjunto de eventos que moldeaban la línea temporal, es así que todo lo que alguna vez lo convirtió en Harry Potter se vio atenuado en una infinidad de eventos, situaciones y tiempo.

Por otro lado, su conexión con la vida a su alrededor exploto en él como cientos de puntos conectándose, ya no era solo Harry, ahora formaba parte de algo aun mas grande, la tierra poderosa e indomable, el viento, el agua, e incluso la criatura más pequeña, todas y cada una de ellas respiraban como una sola a través de Gaia.

Gaia, la gran madre, la creadora de toda la vida sobre la tierra, aquella que antaño había amado tanto a sus hijos que compartió parte de su propio aliento con ellos, bendiciendolos así con magia, ahora solo recordada a través de antiguas historias como poco menos que una leyenda, una fábula contada por padres entreteniendo a sus hijos.

Y no fue un shock para el propio Harry saber de su existencia, descubrir que aquello que pensaba no era más que un cuento era realmente verdadero, más impactante aún el saber que todo este tiempo Voldemort había tenido razón, que los muggles a los que tanto había defendido, por los que el, y otros antes que el libraron una guerra, no eran más que un parásito invadiendo su planeta y destruyendo sus recursos.

Fue Gaia, amorosa y comprensiva quien le contó la verdad.

Hace mucho tiempo, tan atrás en la historia que nisiquiera había un registro del suceso, los hijos de Gaia habitaban la tierra en paz y armonía, aquellos que fueron bendecidos por ella y los que no, ya sean magos, centauros, elfos o dragones, todos cohabitan entre sí conociendo y respetando a la gran madre, felices y agradecidos por todo lo que ella les ofrecia, luego habían venido los extraños, físicamente parecido a sus hijos, pero sin su aliento en ellos, descendieron a través del cielo en sus grandes máquinas, su mundo habia muerto y buscaban refugio en Gaia, esta en su infinito amor y bondad los recibió con los brazos abiertos, los acogió y cuidó como lo haría con cualquiera de sus creaciones.

Por un largo tiempo ambos pueblos vivieron en paz, aprendiendo el uno del otro, pero las personas del cielo no estaban conformes, querían cada vez más, más recursos, más poder, más control, vieron a los hijos de Gaia y los despreciaron en sus corazones, anhelaban el poder que la gran madre les había otorgado, poder que por derecho no les correspondía, y aun así creían debía ser suyo.
En su gran envidia tomaron a las hijas de Gaia por la fuerza, obligandolas a cargar con su descendencia para así obtener el poder que tanto deseaban.

Y fue así como empezó la primer gran guerra.

Está duro casi un siglo, sus hijos eran fuertes pero las personas del cielo eran muchísimos más que ellos, mas experimentados en el arte de la guerra también, pues fue así como destruyeron su mundo, pronto se dieron cuenta que su tecnología era inútil frente a sus hijos por lo que encontraron otras maneras de tratar con ellos, los campos se tiñeron de sangre y la gran madre lloro, hasta que entre ellos se levantó uno cuyo poder los superaba a todos, un descendiente de un hombre del cielo y una hija de Gaia, cansado por las guerras y la destrucción tomó cada gramo de poder y vida en el y redujo a cenizas toda la tecnología de la que los hombres del cielo se sentían tan orgullosos, pero el sabía, en el fondo que todo sería construido de nuevo, para acabar con la gran guerra no sólo debía eliminar las armas, sino también todo conocimiento de estas, y así lo hizo, con su cuerpo siendo usado como conductor por Gaia todo recuerdo fue eliminado, no sólo las grandes máquinas fueron olvidadas sino también la guerra en si, el parásito que eran estos muggles, y el origen de los que en un futuro fueron llamados sangre sucia, todo eso fue arrancado de sus mentes de tal manera que ni siquiera ellos lo sabían, y así siguió durante siglos.

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