Elena se encontraba en la sala de su lujosa mansión, observando por la ventana mientras la lluvia golpeaba los cristales. El sonido monótono y constante la sumía en sus pensamientos. Su esposo, Marco Raduano, aún no había llegado a casa. Como siempre, ella esperaba con el corazón en un puño, preguntándose qué estado encontraría a Marco esta vez. La puerta principal se abrió con un estruendo, y Marco entró tambaleándose. Su cabello rubio estaba despeinado, y sus ojos azules brillaban con una mezcla de rabia y embriaguez. Elena se levantó rápidamente y fue hacia él.
—Marco, ¿dónde has estado? —preguntó, tratando de ocultar su preocupación. Él la miró con desprecio. —¿Qué te importa? —masculló—. Este es mi territorio, ¿recuerdas? No tienes derecho a cuestionarme. Elena tragó saliva. Sabía que Marco era peligroso, pero también sabía que había algo más en él. Algo que la atraía y la asustaba al mismo tiempo. —Solo quiero saber si estás bien —dijo con voz suave—. No quiero que te hagas daño. Marco se rió con cinismo. —¿Preocupada por mí? Eres patética, Elena. No eres más que una pieza en este juego de ajedrez. Una alianza conveniente entre nuestras familias. Elena apretó los puños. —No soy solo una pieza. Soy una persona, y merezco respeto. —Respeto —repitió Marco, acercándose a ella—. ¿Crees que mereces respeto? Eres mía, Elena. Mi esposa. Y harás lo que yo diga. Elena sintió una mezcla de miedo y enojo. Pero también había algo más. Algo que la hacía querer acercarse a él, descubrir al verdadero Marco detrás de la fachada de crueldad. —¿Por qué eres así? —susurró—. ¿Por qué te comportas como un monstruo? Marco la atrajo hacia sí, su aliento a alcohol rozando su rostro. —Porque este mundo es un lugar cruel, Elena. Y yo soy el rey de esta crueldad. No hay lugar para la debilidad. elena decidio ponerle algo al vaso de agua para sedarlo —ten agua— el se la tomo y pasaron por primera ves la noche untos
La Mañana Siguiente Marco despertó solo en la cama. Elena no estaba a su lado. Se levantó y encontró una hoja de papel arrugada sobre la mesita de noche. Era el papel del divorcio Elena lo había dejado allí para él con su firma. el leía las palabras frías y definitivas. Marco miró a su alrededor, confundido y molesto. —MALDITA ELENA DE MRD— ¿Dónde se había ido Elena? el No tenía idea de que ella estaba en Estados Unidos, a miles de kilómetros de distancia. Pero algo dentro de él se removió. Quizás había llegado el momento de buscar respuestas y descubrir qué había llevado a Elena a tomar esa decisión
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Amor peligroso Marco y Elena
RomanceElena esta casada con un mafioso por contrato el la ve solo como una aliansa pero ella esta enamorada de el y el la trata mal... continuara