3. Feliz aniversario.

2 0 0
                                    

-¿Vamos a hablar de lo que pasó o vas a seguir ignorandome, princesa?

La tensión en el auto era palpable, no habíamos hablado en todo el camino. Aún no sabía hacia donde íbamos, por lo que creía estabamos yendo hacia la casa de Samantha y probablemente pasaría la noche allí, por eso le mandé un mensaje a mi madre diciendo que dormiría en la casa de Clarisse porque se había emborrachado, sus padres estaban fuera y no quería que llegara sola. Me había contestado con un simple "esta bien, cuidate mucho y recuerda que te amo".

Llevabamos unos diez minutos de viaje cuando Sam habló, quedaba alrededor de media hora y el tiempo para hablar sobraba.

-Sam, me dijeron que me estás engañando. -dije, soltando con frustración todas las sospechas e inseguridades que tenía desde hace tiempo en una sola frase -¿Es acaso eso verdad? Porque si lo es, lo nuestro se va a acabar en este...

-No te estoy engañando, -me interrumpió -tuve una... Recaída. -me confesó con un tono mucho más bajo y tranquilo -Me avergonzaba hablar contigo por lo mal que estaba en ese momento, y lo único que hacía para olvidarme de como te había tratado era drogarme y salir cada noche, porque pensé que me odiabas...

-Ay cariño...

-No sabía cómo disculparme y aunque no era justo para vos, al verte bailar con esa chica está noche, yo... Sentí que te perdía...

Y Sam comenzó a llorar, y en ese momento, no pude hacer más que perdonarla y sentirme culpable.

Comenzó a llover, y mientras hablábamos, Sammy me explicaba como esa marca en su cuello había sido a propósito para que yo le prestara atención, y aunque ella sabía que estaba mal hacerlo, necesitaba recuperarme de alguna forma por más que me dañara un poco en el proceso ya que sería un mal necesario.

Me sentía tan miserable al haber provocado tantos problemas para ella, no era justo lo que yo hacía al salir junto con Sofia y disfrutar de una noche mientras ella estaba mal, no era justo y me avergonzaban mis acciones.

-Melody, verte con esa niña me hizo tan mal, realmente comencé a dudar fuertemente de si tu eras...

-¿De si yo era qué? -pregunté, al ver qué no completó su oración y la dejó a medias.

-Comencé a dudar de si realmente eras completamente mía.

Mi corazón en ese momento comenzó a acelerarse y abrí mis ojos fuertemente por la sorpresa, no sabía cómo reaccionar. No era la primera vez que Sam decía que yo era suya, en realidad lo hacía a menudo pero siempre creía que era en un tono de broma y que no era en serio.

Verla decirlo tan convencida y con tanta seriedad en su rostro me hizo darme cuenta de que ella de verdad me amaba.

Y yo había sido tan estúpida para dudar de eso.

-Melody, tú me amas y yo te amo, no sé si alguna vez te había dicho esto de forma tan directa, pero en serio te adoro. -dijo de forma amorosa, derritiendo mí corazón. -Eres la chica más hermosa que conocí jamás, tienes una cara preciosa, una figura bonita, y eres prácticamente el estándar de belleza en cualquier lugar; claro, también tienes tus defectos, pero ni siquiera son visibles de cerca al compararlos con todo lo demás...

Mis mejillas empezaron a sentirse calientes, me estaba sonrojando y odiaba esa sensación. Esa sensación que solo Sammy podía hacerme sentir, solo ella podía hacerme sentir así, solo ella podía amarme, nadie más lo haría de la misma forma, nadie más me amaría nunca.

Cuando llegamos a nuestro destino, el cuál era su casa como lo suponía, bajamos del auto y entramos. Mientras Sammy prendía las luces, me dijo que busque algún pijama suyo para usarlo por lo menos esta noche, también mencionó el lugar donde guardaba el agua micelar para quitar todo el resto de maquillaje y rimel corrido que tenía por el rostro.

Nosotras contra la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora