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— ¡Papi! — YoonGi se levantó del suelo en donde estaba sentado, esquivando sus juguetes hasta llegar a su papá, abrazndolo desde su cintura ya que no llegaba, tristemente.
— ¡Hola, pequeño gatito! ¿Como te trató TaeHyun? — pregunto su papá, dejando las cosas en la mesada de la cocina para agarrarlo y apretujarlo entre sus brazos.
— Muy bien, pero se quedó dormidl y tuve que jugar solito... — bajó su mirada haciendo puchero y jugando con sus deditos.
— ¿En serio? ¿Dónde está? — indagó Bemgyu.
— Está en su habitación, mientras mirábamos películas cerró sus ojitos y se quedó así, quizá para siempre — dijo alargando la última palabra.
— ¿Como la bella durmiente? — sonrió BemGyu.
— Sipi, como la bella durmiente — le respondió YoonGi, mirándolo y sonriendo de igual manera, mostrando mutuamente su sonrisa llena de agujeros por la caída de algunos dientes de leche.
— ¡Oh, que bobo! Casi me olvidó — exclamó la hombre, pegando su frente con su mano izquierda —. Papi tiene que ir a la casa de su mejor amigo para hablar de asuntos de trabajo, entonces, vas a tener que ir conmigo —. Le explicó, bajándolo de sus brazos —. Y antes de que me hagas un berrinche, TaeHyun también tiene que ir a trabajar y no te quiero dejar con la abuela por qué te consiente demasiado.
— Está bien, papi. Pero... me voy a aburrir — se quejo, moviendo su pie de un un lado al otro.
— Mi amigo tiene una hija, se llama Lisa. Es muy encantadora, te va a agradar — se dió vuelta y empezó a sacar todas las compras de las bolsas.
— ¿Cuantos años tengo yo, papi? — empezó a mirar sus deditos.
— Tienes doce años, pequeño.
— Eso sería... ¿Así? — mostró sus ochos dedos con el joven padre riendo ante eso.
— No, gatito. Eso sería así — agarró su manita y levantó sus dos dedos sobrantes.
— Oh~ — miró sus dedos nuevamente e hizo que estos se movieron de una manera rápida. Observó a su papá nuevamente y vio como lo miraba enternecido.
— Bueno, vamos arriba para buscarte tu ropita e irnos — cuando estaba apunto de irse por las escaleras, sintió como lo jalaban de la camisa, efectivamente, era el pequeño YoonGi.
— P-Pero, ¿No podemos ir d-despues? — para YoonGi, en tan solo pensar en socializar le daba miedo y lastima en lo bobo que se vería.
— Mi bebé, no te preocupes, todo va a salir bien — se agachó a su altura y apoyó una mano en su hombro.
— ¿No d-deberia a-avisarle a TaeHyun hyung?
— Le voy a dejar una nota, no te preocupes, en serio. Vamos — le agarró de su manita y subieron los escalones.
