Encuentro en la Tormenta
La lluvia azotaba las calles de Berlín cuando Dylan se deslizaba por los callejones, invisible como un espectro. En el bolsillo, el dispositivo de localización parpadeaba indicando la cercanía de su objetivo.
Pero antes de llegar a su destino, escuchó un grito ahogado que cortó el sonido de la tormenta. Instintivamente, se desvió hacia el ruido, alerta y preparado para cualquier cosa.
Encontró a Elena acorralada por dos hombres corpulentos, cuyas intenciones eran claras. Sin dudarlo, Dylan saltó de las sombras, desarmó a los agresores con movimientos rápidos y precisos, y los dejó inconscientes en el suelo. Elena, aturdida pero agradecida, se aferró a él como si fuera su única tabla de salvación en medio de la furia del temporal.
"¿Quién eres?", preguntó Elena, con los ojos llenos de una mezcla de miedo y curiosidad. Dylan, bajo la capucha empapada, apenas sonrió y dijo: "Solo alguien que estaba en el lugar correcto en el momento adecuado". Sus palabras, cargadas de misterio, resonaron en el aire entre ellos mientras la lluvia continuaba su danza caótica sobre las calles.
