Era una nueva semana en la Academia y abril caminaba buscando a una persona en particular. Había pasado un fin de semana con sus amigas, fueron al cine, salieron de compras, se divirtió, pero eso no evitó que por momentos tuviera la intención de mandarle un mensaje a Samanta, pero después de lo ocurrido el viernes en la noche, se obligó a darse esos días de fin de semana para pensar.
Pasaron muchas ideas en su mente por esos días, una de ellas era terminar todo con la chica, porque estaba experimentado sensaciones y actuando de maneras que ni ella misma entendía, porque nunca antes le había pasado, pero esa idea no duró mucho. No podía.
Simplemente su cuerpo se negaba a dejar de verla y de pasar esos momentos con ella, que ya se clasificaban entre lo mejor que le había pasado en su vida, y no era sólo por el sexo, era algo más que no lograba identificar con claridad.
Sinceramente no llego a ninguna solución, ya que después de todo no era un problema. Debe ser algo pasajero, se repitió hasta que sonaba por lo menos relativamente convincente en su mente. Siguió caminando hasta ubicar a la persona que buscaba. Sí, era una Rivera, pero no la que le quitaba el sueño.
- Hola Nuvia - Saludó abril.
- ¡Hola! - Respondió gratamente sorprendida la menor.
- Vine a entregarte tu uniforme, y este es el horario de las prácticas - Señaló la Castaña entregándole las cosas.
- ¡Muchas gracias! - Exclamó emocionada - Yo pensé que cada una tenía que ir por el suyo con la entrenadora - Añadió.
- De hecho, pero pasé yo por él, tómalo como mi forma de pedirte disculpas por haberte gritado en la audición, la verdad no era mi mejor momento - Dijo la chica algo avergonzada.
- No tienes por qué disculparte, yo entendí en que contexto fue y es tu trabajo, quien sino mantendría el orden de jerarquía social en esta escuela - Contestó con una sonrisa que la Castaña pudo comparar sólo con la de su hermana.
- Sí, creo que tienes razón, pero ahora eres una de nosotras, una porrista y quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que necesites, cualquier duda o algo - Expresó amable.
- Gracias Abril, de verdad estoy muy emocionada por ser una porrista, espero dar la talla.
- Seguro lo harás eres muy talentosa... - La conversación se hacía bastante amena. A abril le caía verdaderamente bien esa chica, lo que no era común, no con todas sus porristas se comportaba así, pero sinceramente le nacía serlo con ella, no tenía ninguna doble intensión.Tal vez era cierto eso del "Gen Rivera" y tenían un extraño poder sobre ella.
- ¡Nuvia! - Exclamó Samanta quien venía acelerada buscando a su hermana sin darse cuenta que estaba con alguien más.
- ¿Qué pasa? - Preguntó girándose hacía el otro lado, dándole la espalda la Castaña.
- No sé dónde tienes la cabeza últimamente, dejaste todos tus libros en el Jeep - Respondió revolviéndole el cabello y entregándole sus cosas.
- ¿Y por eso tanto alboroto? - Preguntó frunciendo el ceño y arreglándose el cabello.
- Nuvia, ¿Cómo pensabas entrar a tus clases sin los libros? -
-Pues, cuando me diera cuenta te habría buscado... - Respondió alzando los hombros.
Abril se quedó en el mismo lugar sin interrumpir esa divertida conversación. Se veía que eran dos hermanas muy unidas, que Samanta siempre estaba preocupada de todo lo que tuviera que ver con su hermana pequeña. Y le encantaba ver esa faceta de ella, pensaba en cómo sería, estar a su lado como más que una pareja sexual, ¿Sería así de atenta con ella?, no lo dudaba y ella se dejaría consentir y cuidar, por esa chica que tal vez sin pretenderlo le estaba produciendo miles de sensaciones nunca antes experimentadas.

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Inalcanzable - rivari g!p (EDITANDO)
Fanfiction- Abril por favor detente - Pidió Samanta - Esto es increíble - Susurraba la castaña acariciando el bulto sin prestar atención a las súplicas de Samanta. ¿Dejara Abril todo su orgullo por ir detrás de Samanta? ...