Es solo el fin del mundo y el vampiro Korin solo desea que el mundo no se termine tan pronto ahora que parece que su amante humano, Thedask lo recuerda todas las noches.
Algo se está cocinando en el zoológico inmortal y Korin quiere reunir a sus an...
Me gusta hablar con extraños. Creo que la ansiedad social no es un problema para mí, como lo es para muchos de nosotros. Eso no significa que tenga un millón de amigos, las personas que se cruzan en mi camino es probable que se mueran antes del amanecer o que se olviden de mí apenas pasan unas horas del día. Podrían decir que muero al amanecer pero no es así, solamente duermo. En una cama, no en un ataúd aunque por mucho tiempo, los cementerios fueron mis mejores amigos. Nadie se atreve usualmente a abrir una bóveda al amanecer y si lo hicieran, no se que me sucedería. Probablemente nada. No a mis años.
Desperté en 1986. El mundo era otro: existía el post punk y el new romantic pero primero tuve que aprender que era un punk para poder admirar el estilo oscuro y romántico, no tan diferente al que usaba Lord Byron.
1986 fue un buen año, excepto que existía algo llamado la guerra fría y en la Unión Soviética, estalló una planta nuclear para demostrar a todos un monstruo más terrible que lo que podía hacerme el sol. ¿La radiactividad me mataría? En la tv las imágenes de la tragedia y la gente abandonando espantada la ciudad en todas partes y hacía todas partes. Pensé en Saskia. Traté de rastrearla mentalmente en el éter. No la encontré pero así era Saskia.
El 18 de mayo de 1986 nació Thedask. Sus padres no se ponían de acuerdo en su nombre, su madre quería llamarlo Theo y su padre Dusk. Entonces llegó su hermanito del jardín a poner fin a la discusión y lo llamó TheDusk. Pero no le dejaron anotarlo de ese modo y en el registro de nombres le pusieron Thedask.
Una noche, cuando estábamos en mi casa en San Francisco mirando la ciudad me preguntó "¿Qué clase de nombre es ese?" y había una especie de anhelo en su mirada que no podía entender un deseo secreto de llamarse Paul, John o hasta Ringo. Pude ver todo el dolor que le había producido llamarse así en la escuela y quise asesinar a esos niños. De hecho, podía rastrear a sus compañeros y hacerlos disculparse por todo el bullying que le habían hecho a Thedask.
Pero me estoy adelantando. Cuando había despertado él no era más que un bebé que bebía del pecho de su madre y lloraba por cólicos nocturnos como un desgraciado. Sin embargo su madre Annelisse lo amaba. Estaba mentalmente fundida y traspasada de sueños y deudas pero Annelisse siempre quiso a sus hijos.
Se que suena un poco mal, quizás hasta enfermizo, pensar qué estabas haciendo cuando alguien a quien no sabías que ibas a amar había nacido en el mundo y gateaba por él, sobre todo a mis años pero cuando hago reminiscencia de esos años trato de buscar alguna señal, algo que indicara que en el universo estaba tu alma gemela. Somos ideales para acabar con vidas pero siempre me pregunté por qué no teníamos el poder para saber si una vida es mas o menos que otra... y por eso me gusta hablar con extraños.
Cada uno de nosotros caza a su manera. Algunos no lo ven ni siquiera como una cacería, algunos simplemente son más pragmáticos y lo ven como alimentarse. Entrar en el jardín a robarse un par de manzanas del árbol y listo, se terminó.
Yo no soy pragmático. Me gusta cazar. Me gusta elegir a conciencia que vida voy a poner fin y no me gusta dejar que me interrumpan. Soy un cazador solitario. Algunos de nosotros cazan en manada como si fueran gatos salvajes o Lobos. No puedo culparlos, también lo probé. Si en trescientos años no hubiera tenido mis fases, pues me hubiera vuelto loco.
Mi nombre es Korin, si he tenido un apellido: Von Monat, a veces dejo que los desconocidos me llamen Monat a secas, costumbre de que mi nombre solo es mio y los míos... Thedask me llama Kahw, porque me dice que soy como un cuervo en su vida que aparece para desatar el caos.
¿Que puedo decir? Algunas veces soy un poco frenético pero el sabe, al menos eso espero que sepa que lo amo, bueno eso espero, al final del día, cuando me olvida y debo hacer que me recuerde, es un dulce tormento pero ya llegaremos a eso, ya llegaremos a todo tenemos tiempo, al menos yo si lo tengo.
Ya vamos a repasar cómo morí, como nací, como casi muero varias veces mas y por qué terminé durmiendo alrededor de cincuenta años.
¿Acaso los vampiros sueñan con granjas de humanos? Lo que me acerca al instrumento de mi resurrección en esta habitación en donde estoy grabando esto.
¿Por qué estoy grabando esto? ¡La pregunta del millón de años!
En tiempos recientes he visto cambiar la geografía nocturna de mi ciudad. Mas precisamente hace al menos una década se abrió una casa, no del todo diferente a otras casas de la ciudad, pero en la que si miras bien algo raro ocurre: gente que entra no sale, y gente que nunca entró por la puerta sale transformada.
Soy viejo, pero no soy estúpido. El éter está alterado y el mundo simplemente no está listo para lo que viene. Los vampiros no somos los únicos depredadores de este mundo, hasta años recientes nos hemos ignorado pero las Styx están agitando las aguas inmortales tratando de convertirse en las únicas líderes del universo inmortal.
Ojalá me refiera a la banda de música, ojalá fuera solo una gira de retorno pero las Styx a las que me refiero, lograron ser olvidadas de la historia y en el olvido hay poder. Los vampiros lo usamos cuando nos conviene pero para ellas... para ellas el olvido es la regla.
Aunque en ocasiones las confunden con súcubos, ellas y los incubos son de otra especie en el zoológico inmortal. Lo que diferencia a las Styx de los súcubos es su poder mágico, su empatía con el otro reino y su origen indeterminado en las aguas del río del inframundo del que reciben sus nombres.
Pero el olvido es el némesis del inmortal y nosotros si recordamos. Las recordamos. Y las vemos mover sus hilos. Algo grande se acerca y aunque me gusta hablar con extraños, ahora necesito sacar a ese guerrero que nunca existió para defender a quien nunca debió conocerme en primer lugar.
No me importa ver el mundo arder, pero este, es también su mundo y que sería de esta tierra sin su presencia. Como dije, me gusta pensar que en el mundo cuántico, que en el universo, algo se alteró cuando permitió que ambos viviéramos en el mismo plano, en el mismo lugar, que viviéramos bajo el mismo cielo y que yo le escuchara llamarme con una risa desde la ventana:
—Kahw, mi cuervo, ven tienes que escuchar esto. Es un cover de Tear for fears, amo esta peli, no sé por qué me recuerda a tí. No había pensado en este tema de Gary Jules en años.
Desde donde estoy escucho los acordes de piano de Mad World y pienso que esto vale la pena, que los inmortales en el éter van a escuchar mi voz, mi mensaje, después de todo, sólo es el fin del mundo.
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¡Espero que les guste el primer capítulo! Y recuerden: Es solo el fin del mundo. ¿Ustedes son así de dramáticos?
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