Es solo el fin del mundo y el vampiro Korin solo desea que el mundo no se termine tan pronto ahora que parece que su amante humano, Thedask lo recuerda todas las noches.
Algo se está cocinando en el zoológico inmortal y Korin quiere reunir a sus an...
Lo miro tratando de entender pero no puedo. No cuando no se si va a llegar el momento en el que cuente como nos conocimos y todos lo sepan. Entonces voy a convertirme en otro epígrafe, otra nota al pie en su larga vida.
-Si te gusta sentirte débil, entonces mañana abro todas las ventanas y dejo entrar al sol para que te diviertas un rato. Ya que vestirte de cuero y azotarte parece que no va a lograr la clase de sometimiento que buscas.
Khaw se carcajea. Es tan bello que me duele verlo. ¿Alguna vez vieron a esos actores que uno mira en televisión o esa clase de belleza que parece escogida por un casting? Así es el. A veces quisiera que el se viera a través de mis ojos pero si puede hacerlo no me lo cuenta. Claro que puede leer mi mente seguro. A el le gusta creer que es un monstruo porque eso lo hace sentirse mejor sobre ser una evolución superior a los humanos en todos los aspectos. Que bronca que me da. Yo se que el sol lo quema pero no lo mata y se que no debería saberlo pero lo se. También se que algo contó cuando armó el primer episodio de estas series de grabaciones. ¿Qué puede hacerme que se haya sentido seducido por un inmortal? ¿Cuántas veces me vi seducido yo por otras personas? ¿Con cuanta gente me acosté? Pero cada vez que lo pienso que el es eso multiplicado por siglos, me da una especie de odio que arde como un fuego.
Ahora el está interesado por mi. Ahora en este momento pero ¿Y cuando sea un anciano? a él le gusta el Thedask que compone a altas horas de la madrugada que sale con sus trajes estrafalarios al escenario a tocar su piano como un poseido. El puede imitar la manera en la que toco el piano en un abrir y cerrar de ojos...
-Jamás lo haría.- Me mira y entiendo que algo de mis pensamientos lo cruzó como una imágen. -El piano es algo tuyo. Jamás me burlaría de tí.
Se aproxima a mi como una sombra. Me toma de la muñeca izquierda y se que está escuchando mis pulsaciones. Con sus dedos recorre las venas de mi muñeca y la larga herida que me hice hace unos meses cuando las sombras invadieron todo. Besa mi herida con cuidado, sus labios son frescos, como si el rocío de una mañana fría tocara tu piel. Me estira del brazo y me atrae hasta su pecho.
Sus manos son largas, apenas un poco mas largas que las mías. Tiene dedos ideales para un pianista pero en cambio los usa para llevar mi cabeza a su hombro y acariciar mis sienes, la entrada de mi cabello, ahora lo llevo largo por los hombros y teñido de rubio ceniza casi grisáceo. A Khaw le encanta que uno no esté condenado a usar el cabello de colores naturales, le encanta verme cambiar de color como de ánimo. Beso su palma cuando pasa cerca de mi boca. Estamos abrazados y a veces nos quedamos así en silencio mucho tiempo. El escuchando mi corazón y yo oliendo ese aroma tan especial que tiene que no es producto de ningún perfume. El huele distinto a un humano. A veces pienso que nosotros olemos a desesperación, cansancio, hastio y algún perfume de moda. Pero el huele como una flor exótica que es deliciosa pero no se puede precisar. Uno creería que los depredadores que viven rodeados de muerte huelen a muertos o encierro pero no es así.
-Thedask, tengo que hacerlo. Quiero preservar el mundo en el que posas tus pies. Necesito llegar a la mayor cantidad de inmortales que pueda con la esperanza de tener una oportunidad contra ellas.
-¿Tanto miedo les tienes? Porque entonces, si tu les temes tanto, el resto de la humanidad está perdido. No tenemos salvación.
Quiero decirle que no me importa que este mundo perezca mientras estemos juntos. Quizás si yo no hubiera quedado aislado de mi vida real, me hubiera importado nada la aparición de Khaw pero desde que nos encontramos en el mundo, la oscuridad hizo clic en mi, y ahora no me quiero morir como antes. Probablemente tu psiquiatra no te recomendaría liarte con un vampiro cuando estas lidiando con depresiones severas y un intento de suicidio frustrado. Porque su mera aparición puso todo en duda todo lo que creía sobre la mortalidad, sobre mi mortalidad.
- Yo no te elegí a ti. Tu me elegiste a mi. - Dice el como si eso hiciera la diferencia. - Yo estaba dispuesto a ignorarte pero derribaste esa puerta Thedask. Estoy por protestar que como vampiro no hubiera habido algo de depredador en el que lo hubiera atraido hacía mi pero el se rie y acota. - Y ahora te elijo cada noche. Cada minuto si pudiera hacerlo. Si durmiera en un ataud tu lo compartírias conmigo. Y cuando tu duermas en un ataud yo lo compartiré contigo si es tu mortalidad la que te preocupa.
-Eres un maldito. - Le digo empujando con toda la fuerza pero el no se mueve ni un ápice. Le gusta jugar al vampiro poderoso. Le gusta esa carta. Hunde su rostro en mi cuello y siento su aliento helado, mi cuerpo se arquea con expectación y sus colmillos se hunden en mi cuello. El dolor es exquisito, pero el subidón de lo que sea que tiene su mordida no se compara a ninguna de las drogas que probé. Es una puntada y la herida se abre, el no deja sus dientes pegados a mi cuello sino que lame, y succiona. No puedo evitar gemir de placer. Se que si mi padre me viera me odiaría. "Nunca debes dejar que una de estas bestias desacre tu cuerpo Thedask, ellos son nuestros enemigos"
Si tan solo supiera las maneras en la que, afortunadamente, Khaw ha desacrado mi cuerpo. Mi padre se moriría de vuelta. Mi corazón comienza a latir desbocado mientras su manos me recorren para desvestirme. Beber mi sangre siempre lo pone cachondo y varias veces mi ropa ha pagado el precio, terminando en harapos.
Yo busco a ciegas porque me encanta cerrar mis ojos y solamente sentirlo a él, como cuando toco el piano y no me doy cuenta que estoy disfrutando de la música con los ojos cerrados. Abro su camisa. El baja mi bragueta pronto estamos igual de abrazados pero desnudos entonces, él me susurra.
-Ven, hoy puedes estar arriba. - Bromea mientras busca a tientas la cama. El loft estilos años noventa es un poco vintage pero se aprecia su espaciosa comodidad, sobre todo cuando estamos así de envueltos por nuestras propias naturalezas.
El cae sobre la cama y yo salto sobre el. Mis ojos están llenos de poder, necesito descargarlo de alguna manera y chasqueo mis dedos para generar una llama azul. Seguramente se ven negros como gemas pero no puedo evitarlo. La magia se altera con la química de Korin en mi sangre. Busca protegerse de su destrucción pero siento la risa del vampiro cuando ve mis manos con el don de Ignis.
-Ah te dije que me mata cuando estas arriba ¿no muchacho? - Bromea Khaw tomando mi cintura para sujetarme a su cuerpo desnudo y hunde sus dientes en mi ingle de donde vuelve a lamer y succionar con pasión. Yo aferro mis palmas ardientes en su espalda en donde el calor amenaza con lastimarlo, las extingo allí aunque se que podría seguir y dejar que el fuego de Ignis nos consuma a ambos.
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¡Hola! gracias por haber llegado hasta acá. El capítulo cuatro siempre es difícil para mi porque es el que me traba o me dice si la historia tiene potencial. Me gusta pensar que vamos bien. ¿Se esperaban eso de Thedask? ¡Me gustaría leerlxs que opinan!