Abril

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Es un pecado,

el haberte conocido.

El haberte mirado a los ojos,

eternos y perfectos quince segundos.


Si enamorarse fuese un delito,

eterna morada, 

entre paredes,

moriría.


Si tan solo el tono claro de tus ojos,

fuese la anhelada meta, 

el fin de un abril perfecto abriría.


Y pensar que desconocidos, 

nos miramos, 

como seria el hervor de tus labios,

aquellos perfectos para el imperfecto.


Si el acabar de un pequeño febrero,

fuese el inicio de un 22 de abril,

el amor no esta hecho para los fuertes,

es idóneo para los más alocados.



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