Bolita de arroz [JoongDunk]

CAPITULO 2

Después de unos minutos que logro la madre de Dunk calmar a su hijo, lo llevo a su dormitorio para que descansará un rato antes de ir a la escuela más tarde.

Después de asegurarse de que su hijo estuviera dormido, la madre del hogar se dispuso a limpiar el desastre de la cocina, cuando en ese instante entra su marido.

—¿Ya se durmió?— pregunto mientras se inclinaba en la encimera de la cocina y veía el desorden ocasionado anteriormente. —Ahhh— suspiro, —dejame te ayudo—tomo la escoba y se dispuso a barrer las migajas en el suelo.

La madre se detiene de lavar los trastes y con voz entrecortada al punto de las lágrimas respondió —No se que hacer, No puedo Mack, No puedo ver a mi pequeño así de destruido por unos infelices— ella estaba derramando lágrimas mientras seguía sacando lo que sentía su corazón —Dunk ni siquiera nos pudo decir todo, por qué fue tan traumatisante para el que ahora está así—

Al punto del colapso su esposo lo abraza — Yo igual querida, pero tengo que estar fuerte para ustedes mi familia, solo nos queda esperar, esperar a que todo mejore para nuestro pequeño—

Recargada en su regazo siente paz —Gracias, gracias por siempre cuidarnos—

—No permitiré que le vuelva a hacer daño querida—

Después de limpiar la cocina ambos se fueron a dormir esperando que en unas horas, todo sea mejor, mejor para todos en esa casa, como cada día que pasa, siempre manteniendo una esperanza en la tormenta.

           
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Los rayos del sol traspasaba brevemente atraves de las cortinas del cuarto de Dunk, iluminando su rostro sereno mientras dormía. El reloj marcaba las siete de la mañana, por lo que empezo el tipico "Pi Pi" del despertador, haciendo que Dunk finalmente abriera los ojos y estirara si braso para apagarlo mientras que con el otro frotaba brevemente sus ojos, para despertar por completo. En esa mañana se sentía más tranquilo después de ese breve sueño, aunque eso no evitaba que los recuerdos de la noche anterior aún pasaran por su mente.

Se levantó con cautela de la cama, mientras estiraba su cuerpo aun tenso por la posicion en la que se durmio, de igual manera recordando cómo su madre lo había consolado debido a su estado deplorable de esa madrugada. La conversación en la cocina resonaba en su cabeza mientras se preparaba para ir a la universidad, el realmente se sentia una carga aveces, ya que el antes creia que el solo peleaba con sus demonios, pero el se dio cuenta que en ocasiones los demonios se comparten. 

Dunk estaba sumamente agradecido de tener padres tan comprensivos y amorosos como los que tienen pero a la vez sentia un dolor muy fuerte en el pecho, ya que el tambien quiere verlos felices y en ocasiones se veia su dolor cuando Dunk llegaba a tener ataques de ansiedad debido a la presion de no ser normal segun sus palabras, se dice a el mismo que deje esas tonterias de lado, que esos pensamientos intrusivos no son nada, pero el sabe que no es tan facil y el estaba consiente de que no podía depender de sus padres completamente para superar sus propios desafíos internos, sabia que en momentos de sus ataques o arranque por comer no siembre estaban y solo era el llorando y lastimandose....

Después de ducharse y vestirse, Dunk se miró en el espejo del baño. Su reflejo le devolvía una imagen de fatiga y preocupación, pero también de determinación. Sin embargo, no pudo evitar notar cómo su cuerpo parecía más lleno de lo que deseaba. Las marcas de sus luchas internas estaban visibles en su rostro y su figura, y eso solo aumentaba su ansiedad ante la idea de enfrentar a sus compañeros en la escuela.

Se pasó la mano por el vientre, sintiendo una mezcla de vergüenza y frustración por no poder controlar su apariencia. La bulimia había dejado su huella en él, y cada día era un desafío para mantener una imagen de normalidad frente a los demás. A pesar de su determinación por seguir adelante, la imagen en el espejo le recordaba las batallas internas que aún no había ganado por completo.

Dunk se apartó del espejo con un suspiro resignado y se dirigió hacia su armario. Allí, guardado junto a sus otros artículos personales, estaban sus supresores. Eran unas pastillas especializadas que había empezado a tomar recientemente para controlar su celo y ocultar sus feromonas. Con cuidado, tomó una pastilla y la ingirió, sintiendo un alivio temporal al saber que podría enfrentar el día sin que su naturaleza omega fuera tan evidente.

Para Dunk, tomar los supresores era una medida necesaria para protegerse en un mundo que a menudo estereotipaba a los omegas como personas delicadas, delgados y frágiles. Aunque no se sentía completamente cómodo ocultando una parte tan fundamental de quién era, entendía que era necesario para evitar posibles burlas por su sobrepeso o que en ocasiones la mayoria del tiempo fuera a vomitar corriendo al baño o al primer césped que viera.

Con los supresores en su sistema, Dunk se sintió un poco más seguro mientras se preparaba para enfrentar el día. Aunque todavía había momentos de incomodidad y ansiedad, estaba decidido a concentrarse en sus estudios y en hacer nuevas amistades en la universidad sin que su naturaleza omega fuera una barrera.

Era hora de enfrentar el día, de enfrentar sus miedos y de encontrar la fuerza para seguir adelante, incluso cuando cada paso parecía una batalla interna contra su propia imagen y sus inseguridades, al menos esas siempre eran sus palabras cada que salia de casa.

Despues de esas palabras motivadoras Dunk bajó las escaleras con rapides, ya que aun que tenia buen tiempo, a el siempre le gustaba estar puntual y aparte una pequeña pisca de alegria estaba en su corazon, ya que era inicio de semestre y aveces se unen nuevos compañeros, el solo esperaba poder tener al fin un amigo al menos.

En la cocina, encontró a su madre y a su padre desayunando juntos. Ambos le dedicaron una sonrisa cálida que lo reconfortó más de lo que ellos probablemente imaginaban.

— ¡Buenos días! —saludó Dunk con entusiasmo, tratando de contagiar un poco de la alegría que sentía en su corazón. Aunque la ansiedad aún estaba presente, el optimismo por un nuevo comienzo lo mantenía impulsado.

— Buenos días, cariño —respondió su madre con cariño, mientras su padre asentía con una sonrisa.

Terminó rápidamente su desayuno y se despidió de sus padres con un abrazo rápido pero afectuoso. Con su mochila al hombro, Dunk salió por la puerta con determinación. El aire fresco de la mañana lo recibió mientras se dirigía hacia la escuela, su mente llena de expectativas y esperanzas.

El campus universitario pronto se llenó con la energía de un nuevo semestre. Dunk observó a su alrededor, notando caras nuevas entre la multitud. Se preguntó quiénes podrían convertirse en sus nuevos compañeros de clase, e incluso en amigos. La idea de establecer nuevas relaciones lo emocionaba y lo animaba a acercarse a los demás con una mente abierta y positiva.

Pero mientras Dunk estaba en sus pensamientos sobre un nuevo amigo o amiga, lo vio a el su mas grande amor y destinado o al menos asi lo sentia su corazon latiendo freneticamente cada vez que lo veia, a el Joong Archen el capitan de baloncesto.

 Dunk lo miraba a lo lejos como entraba al edificio de la facultad de Odontología con sus amigos del grupo de baloncesto, mientras su cabello ondeba de manera armoniosa haciendo que su sonrisa con dientes blancos perfecta saliera a la luz mientras que sus ojos se convertian en medias lunas. 

Dunk no pudo evitar sonreír por dentro al ver a Joong de esa manera. Había algo en su presencia que trascendía lo físico, algo que tocaba el corazón de Dunk y lo hacía anhelar poder acercarse más a él, compartir más momentos juntos y quizás, algún día, explorar la posibilidad de algo más profundo entre ellos. Sin embargo, Dunk también era consciente de una barrera insuperable: ese alfa ya estaba tomado...

Continuara...

Ame las fotos del joongdunk ahhhh, espero les guste, trataré igual de actualizar más seguido😞, gracias por leer🍓✨.