mi dulce esposa

capitulo 7

la tormenta

Mientra en la casa de la familia cho todo en de color de rosas en una cabaña en la lejanía se encontraba nada mas que  thomas McAllister el sucesor de red jhon, estaba enojado mas que eso estaba furioso como ese hombre se le ocure mancillara su dulce cereza embarazandola cuando el era el unico que podia  tenerla.

Thomas McAllister permanecía en la cabaña, con la rabia palpable en cada fibra de su ser. Observaba el paisaje a través de la ventana, pero su mente estaba en otro lugar, obsesionada con la traición que había sufrido.

Decidió que debía actuar con rapidez y determinación. No podía permitir que el fruto de esa traición creciera en el vientre de cereza. La idea de aquel hijo ilegítimo lo llenaba de repulsión y odio. Sabía lo que debía hacer para restaurar a su dulce cereza de lo que ese hombre le avia hecho

Tomó su teléfono y marcó un número conocido solo por unos pocos. Al otro lado de la línea, una voz ronca respondió: "McAllister, ¿qué necesitas?"

"Quiero que encuentres a  kimball cho ", dijo Thomas con voz firme y fría. "Quiero que lo encuentres y lo elimines. No importa cuánto tiempo ni cuántos recursos se necesiten. Hazlo rápido y limpio."

Hubo un momento de silencio antes de que la voz respondiera con igual determinación: "no podemos hacerlo no ahora thomas."- contesto aquella voz sombrías-- thomas que no se te oscura cometer una locura- hablo el hombre del otro lado del telefono pero Thomas colgó el teléfono, sintiendo un peso enorme en sus hombros.

Sabía que estaba  cruzado una línea oscura, pero no podía permitirse dudar ahora. Su mente estaba fija en la venganza y en proteger lo que era suyo.

La calma ante la tormenta había pasado. Ahora, la tormenta misma se cernía sobre Thomas McAllister estaba decidido a que nada se interpusiera en su camino cereza smith seria suya no importaba que estaba casada  con  aquél
Hombre.

La línea de la cordura estaba rota y una sonrisa macabra aperecion en  su rostro.

Mataria el fruto que crecía en  el vientre de cereza y la marcaría como  suya porque kimball cho no merecía el amor de esa mujer.