Dos alumnos, dos mentes, dos cuerpos y miradas. Miradas que ni ellos pueden controlar. Miradas intensas. Miradas que desean admitirlo, pero no pueden... Desean admitir la pasión que reflejan sus ojos. Esa pasión provoca miradas. Y esas miradas intentan no demostrar nada, aunque su sentimiento sea indescriptible.
Aunque se intentan alejar del momento, ese momento que les provoca una sensación extraña, curiosa, atractiva y desesperada.
Ellos no hablan, ellos no ríen ni se alegran. "Es solo un chico", dicen, pero no saben bien lo que se siente. No saben lo que es sentir esa unión sin diálogos ni declaraciones.
La pregunta es "¿Sin declaraciones?", y así es, ya que ellos no deben aclarar nada, porque saben todo, pero no pueden admitirlo... Y aunque sus sentimientos sean tan fuertes, tienen miedo. Miedo al rechazo, ese rechazo imposible de aceptar y de comprender. Ese rechazo doloroso y destructor. Y aunque sientan atracción, temor, vergüenza y pánico todo pasa tan rápido que ni ellos pueden comprender.
Amores adolescentes corren por los pasillos, amores seguros y fieles. Amores apasionados y comprendidos. Amores únicos y uniones eternas. Aquellas que te hacen sentir solo, sin alguien a tu lado para seguir tu camino, tu vida, tu historia.
Se preguntan por qué no pueden dejar de lado esos sentimientos sin preocupación alguna. Tienen la respuesta dentro de su cabeza, pero no quieren admitir esa sensación de un estómago revuelto. Uno revuelto por mariposas y sentimientos ocultos tras aquella mirada incomprendida.
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Sentimientos encontrados
RomanceUn conjunto de frases y párrafos escritos con el corazón...