Único.

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Con las manos en su cintura Lando miraba a Sergio hablar animadamente con Max, sus manos se aprietan en su cintura haciéndose daño a sí mismo. Necesita calmarse o las cámaras podían gravar su cara enojada. Con pasos abiertos se aleja hacia su área en McLaren. Oscar lo recibe al llegar le da una mirada de "tranquilo" antes de pasar de largó. El australiano era el único que sabía sobre la relación de Lando con Sergio, entendía un poco del porque estaba enojado y celoso. Pero eso no era nada bueno para los dos equipos. Lando se escondió entre las paredes de su habitación, en su celular suena: know your worh. El británico espera la llamada de Sergio, pero está nunca llega, en cambio recibió dos mensajes cortos.

Sergio love.

"Hey Lando. Siento no poder hacer la llamada, estoy ocupando".

"Te veo más tarde... quizá. Descansa, adiós".

Norris apagó su teléfono después de eso. Cansado dejo que su cuerpo descansará en los brazos de Morfeo. La puerta de su habitación fue abierta a tales horas de la madrugada, entre bostezos se incorporo en la cama y predio la luz de la mesita al lado de la cama. Lando se sorprendió cuando vio al mexicano parado enfrente de la puerta cerrada. Este le observó sus ojos mostrando su borrachera, Lando mordió el interior de su mejilla.

—Sergio.— lo llamo con paciencia. El mexicano lo vio como pudo pues su vista estaba medio borrosa.—¿Tan ocupado emborrachando té?.

Sergio hipo unas veces antes de contestar, la paciencia en el británico se estaba acabando.

—Me ayudas, tengo que ir al baño.— Lando inspiró fuerte, sin embargo no puedo evitar ayudarlo.

Con tropezones llegaron al baño, vio luchar a Sergio con la hebilla de su cinturón y luego ver cómo este se sostenía de la pared para no caer. Lando se dijo que no era momento para hablar con el mexicano. Al regresar dejo a Sergio en la cama y el fue directo al sillón, no le gustaba dormir con él en ese estado de borraches.

La mañana siguente fue una tortura para el británico. Con las manos mojadas ayudo a Sergio mojando su rostro, pasando sus dedos gordos entre las ojeras del mexicano, este suspira por lo frío del agua. Con brusquedad retirá su rostro de las manos bronceadas, Lando las bajo lentamente y se apartó de Pérez. Este último lo vio marchar pero no hizo nada para detenerlo, él sabe lo que hizo, meterse con Max será algo que tendrá que llevarse a la tumba. Al menos hasta que Lando lo descubriera; pues él no le diría nada, no quería perder al británico. Si era egoísta por solo pensar en él.

Cuándo salió del baño puedo ver como Lando hablaba con Oscar entre la puerta, su mirada se endureció al ver la sonrisa en la cara de su novio, sin embargo no sé acercó. En la cama se dejó caer y con cansancio cerró sus ojos. Escuchó la puerta cerrar y supuso que Oscar se había marchado, los pasos de Lando se escucharon, en algún punto de la habitación pararon.

—Levántate, Sergio.— con resignación le hizo casó.—Date una ducha, estás del asco y yo solo te lave la cara.— a pasó lento camino hacia la ducha, regulo el agua.

Desde afuera Lando sonrió por la charla con el australiano, su compañero le caía bien y su actitud le parecía atractiva, por no decir que con solo ver sus ojos ya quería besarlo. Estaba mal, lo sabía. Él estaba con Sergio y pensar así no era lo correcto, pero estaba tan arto de ser correcto que sin importar acepto para salir con Oscar. A demás solo sería una salida de amigos no tendría que pasar nada con Oscar. Calmado decidió cambiarse en la habitación, su cuerpo quedado en solo sus boxer mientras por su cabeza deja caer una playera negra de Monster, sus brazos pasando por los agujeros. Ahora ya vestido espera al mexicano que sigue en la ducha, solo espera que no se haya caído. La puerta es abierta y de ahí sale un Sergio demacrado y con la ropa mal puesta. Lando no evita suspirar mientras se acerca para ayudarle.

Que nadie sepa [Landoscar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora