Parte única

10 2 0
                                    

Creo que nunca te lo conté, Yamaguchi, pero tú recuerdas el día en el que nos conocimos?
Nuestras versiones pueden ser un poco diferentes, para ti yo solo fui un tipo entre tantos que te veía a la distancia, pero para mí...Fue mucho más.

Ni siquiera puedo creer que al final le tuve que dar las gracias a Hinata por arrastrarme a ese lugar, porque ya sabes, si no lo hubiera hecho no estaríamos aquí, y no habrías aparecido en mi vida como lo hiciste aquella noche.

Te contaré qué fue lo que sucedió desde mi perspectiva, y trataré en lo posible de decirte que fue lo que me pasó ese día por la cabeza.

Fue un viernes saliendo de clases, yo me sentía muy cansado por una semana llena de exámenes finales, estaba listo para ir a casa, acostarme y escuchar música el resto de la noche, pero entonces Hinata apareció, casi como si me estuviera esperando, y lo más probable es que si lo estuviera haciendo, me cerró el paso y me obligó a escucharlo.

– Por favor Tsukishima, acompáñanos al teatro, tenemos que hacer un resumen de lo que entendimos, sobre lo que trata la historia, pero es una demostración de ballet, y no estoy seguro de poder entenderla.

Me quería negar, esquivar al enano y seguir con mi camino, pero entonces el Rey apareció a su lado y habló.

– Por favor...Si no entregamos este ensayo no podremos participar en el torneo final...Será nuestro último partido de la preparatoria...Por favor.

Eso dijo. Era raro escuchar a Kageyama pedir cosas de manera respetuosa, así que sin duda eso era importante para los dos.
Ellos tenían las entradas, y me deberían un favor. Tengo que decir que aun así me iba a negar, de todos modos mi conocimiento en las artes escénicas no era amplio o destacable, pero sabía que al menos podría entender el trasfondo detrás de una coreografía de baile.

Terminé aceptando...Además, tenía una extraña sensación, algo dentro mio que me decía que tenía que acompañarlos...

Hey...No te rías Yamaguchi, es en serio, tal vez todo fue obra del destino...No puedo creer que me hagas ser tan cursi...Déjame seguir, ahora viene la mejor parte...

Al final acompañé al par de tontos al teatro, nuestros asientos estaban en el palco, y la vista era el escenario completo.

La primera llamada hizo que Kageyama y Hinata bajaran la voz; la segunda que se acomodaran mejor en sus asientos; la tercera fue el inicio de todo, el inicio de...No sé.

Las luces en el escenario eran tenues, lo suficiente para ver como sombras se movían detrás de un lado al otro, después el telón subió, las luces aumentaron y entonces te vi.

Todo empezó lento, pausado y sin mucho impacto, pero de un momento a otro la música cambió, y el ritmo en el escenario aumentó, movimientos de piernas, brazos, piruetas y pasos mucho más complejos de lo que jamás había visto. Era apreciar una mezcla coordinada y fascinante que lograban transmitir muchas cosas, en ese momento todavía no lo tenía muy claro.

No eras el único bailando, eran al menos siete personas más acompañándote, y aún así resaltabas por encima de los demás. No te voy a negar, intente ver también a los otros bailarines, había ido a ese teatro con la misión de entender cuál era la historia que estabas contando, tú y tus compañeros, pero no pude, no pude prestar atención a ellos.

Mi mirada siempre regresaba, no podía apartar mis ojos de ti, de tu figura, de tus movimientos, la manera en la que bailabas al son de la música, te combinabas con el escenario y simplemente...brillabas.

Recuerdo que hubo un instante en el que sentí que nuestros ojos se encontraron, en ese momento sentí mucho nerviosismo, mi piel se erizó y mi corazón se paró un segundo.

Me despegué del respaldo, estaba casi al borde del asiento, intentando sin mucho resultado poder estar más cerca de ti, olvidé por completo todo lo que me rodeaba, olvidé que conmigo estaban un par de tontos escandalosos, mi atención era solo para ti, me tenias ensimismado Tadashi.

No podía evitar mover mi cabeza con tu andar alrededor del escenario, simplemente fascinado por tu danzar, y de un momento a otro la función de hora y media llegó a su fin, pero yo aun seguía mirándote, mientras le dabas reverencia al público y ellos te aplaudían, solo el sonido y el telón bajando mientras te ocultaba fue lo que me sacó del trance y me devolvió al mundo exterior.

Suspiré, porque al terminar la obra yo ya estaba enamorado de ti, Yamaguchi

- Bueno, nos vamos?

Hinata habló, pero bueno, tú ya sabes el resto, no podía irme sin saber más de ti.
Salí corriendo dejando a esos dos atrás, bajé las escaleras, compré un ramo de flores que ofrecían al lado del teatro, y aguardé en la salida de los artistas.

Te esperé solo para darme cuenta que de cerca eres mucho más brillante.

Eso fue el comienzo de todo para un nosotros, jamás olvidare ese día.
Ahora en mis audífonos cada tanto suena esa melodía...La que estabas bailando en aquella presentación, siempre que empieza a sonar no puedo evitar sonreír, me llega el recuerdo de tu cuerpo recorriendo todo el escenario; me recorren los mismos escalofríos que sentí mientras te veía bailando, danzando bajo el reflector de mis ojos.

Desde ese día he ido a cada una de las actuaciones en las que has participado, yo se que han pasado los años, pero siempre es algo nuevo, un sentimiento, una sensación que abraza mi corazón y lo mantiene cálido, algo así de increíble no podría describirlo solo con palabras.

Así que, Tadashi, esta noche, déjame hincarme ante ti para hacerte sentir lo que yo sentí esa vez, porque a partir de ahora quiero que te llenes de la misma magia que yo siento al verte.

– Por favor, cásate conmigo.


Bajo mis reflectores || TsukkiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora