Hero [JaeDo]

.

Doyoung sacó la comida del horno mientras Jaehyun ponía la mesa. Era uno de esos días en los que, afortunadamente, podían pasar tiempo juntos. El trabajo de Jaehyun como superhéroe en la ciudad consumía la mayor parte de su tiempo, y Doyoung se había acostumbrado a pasar las noches en vela trabajando. A pesar de ser un oficinista del montón, tenía grandes cargas sobre sus hombros. No quería admitirlo, pero sin Jaehyun a su lado, solo lograba conciliar el sueño unas pocas horas.

Jaehyun se acercó a la cocina cuando terminó de acomodar la mesa para ayudar a Doyoung a llevar la comida. Antes de sentarse, Jung tomó a su pareja por la cintura y le robó un beso que hizo que Doyoung lo mirara con amor. Una mirada que se había mantenido a lo largo de los años.

—¿Quieres ver una película después de cenar? —preguntó Jaehyun mientras le entregaba un plato con comida a Kim.

—No, quiero que vayamos a dormir temprano. Mañana es un día importante para ti.

—Me siento intranquilo.

Doyoung le sonrió y tomó su mano a través de la mesa en un intento de transmitirle calma.

—Lo harás bien, amor, tienes el apoyo de todos. Podrás derrotarlo después de tanto tiempo.

—No es respecto a eso —dijo Jaehyun, lo que hizo que Doyoung ladease la cabeza, sin entender la razón del nerviosismo de su pareja—. ¿No crees que mi vida perderá sentido? —aclaró Jaehyun—. Gran parte de mi vida se ha basado en frustrar sus planes y mantener a salvo a la ciudad. Si acabo con él, mi trabajo acabará también.

Kim tomó un bocado de comida antes de ponerse de pie y sentarse en las piernas de Jaehyun, dándole un fuerte abrazo.

—Tu vida no acaba con la de él. Me tienes a mí. Tendremos tiempo para hacer todo lo que hemos planeado.

El menor asintió, devolviendo el abrazo, inhalando el aroma de las ropas del contrario que lograban traerle calma.

—Por fin podremos cumplir todas nuestras promesas —concluyó Doyoung.

El resto de la cena transcurrió entre anécdotas y risas. Jaehyun mantenía al día a su esposo respecto a su trabajo y lo que vivía en el día a día. Desde los emocionantes enfrentamientos con aquel villano que atormentaba la ciudad cada tanto, cuya identidad desconocía, hasta rescatar gatos atrapados en los árboles.

Decidieron dejar los platos para lavar al día siguiente. Doyoung estaba extremadamente pegajoso y se había negado a soltar a Jaehyun, quien tuvo que cargarlo hasta el cuarto, donde se acostaron en la amplia cama después de cepillarse los dientes.

—¿Por qué estás llorando, cariño? —preguntó Jaehyun mientras daba pequeños besos en el rostro de su amado al notar las lágrimas. Se preocupó de inmediato. Necesitaba saber qué le pasaba a Doyoung, no le gustaba verlo llorar.

—No es nada, Jaehyunnie, solo que recordé lo mucho que te amo. No te merezco, no sé qué hice para que estuvieras a mi lado.

—Yo soy el que no te merezco, cariño, eres una persona maravillosa, me haces feliz todos los días. Estoy eternamente agradecido con el destino por ponerte en mi camino. Te amo, Doyoung, nunca dudes de eso.

...

El sol estaba a punto de esconderse tras las montañas cuando Jaehyun salió de casa. Se dirigió a una de las oficinas del gobierno, donde un auto lo esperaba para llevarlo a su próximo destino, el cual se había mantenido oculto incluso para él por cuestiones de seguridad. Había tomado mucho tiempo encontrar aquel lugar que el villano frecuentaba, un lugar en el que no contaba con protección ni posibilidades de defenderse.