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El apartamento que había compartido con Doyoung nunca se había sentido tan pequeño como en esos momentos. Los platos sucios seguían apilados en la cocina y la cama permanecía deshecha. Jaehyun no se atrevía a cambiar las cosas de lugar; todo, desde los platos hasta las fotos en la sala, era un recordatorio de la vida que había compartido con Doyoung.

Usaba las noticias como ruido de fondo mientras se sentaba en el sillón, perdido en sus pensamientos. El canal que elegía no era coincidencia; en realidad, estaba esperando que transmitieran la noticia de lo sucedido dos días atrás. Guardaba una última esperanza de que todo hubiera sido una trampa. Tal vez el villano conocía su verdadera identidad y su relación con Doyoung, y lo usó en su contra. Por otro lado, no podía dejar de preguntarse por qué Doyoung, aun sabiendo su destino, no había evitado todo.

No podía borrar de su mente la última imagen de Doyoung. Aquellos ojos negros que siempre lo habían mirado con amor ahora eran unos orbes vacíos. Jaehyun se culpaba día y noche por haber apagado el brillo de esos ojos.

Ahora una noticia que todos estaban esperando: el país por fin tendrá la paz que tanto anhelaba —la voz del presentador en la televisión sacó a Jaehyun de sus pensamientos—. Hace dos días se llevó a cabo una misión en conjunto con el gobierno y el héroe que nos ha estado protegiendo. En la misión lograron detener al villano que nos atormentaba. A continuación, una breve nota de lo sucedido.

El noticiero dejó de enfocar al presentador principal para mostrar a otro reportero, quien tenía detrás unas pantallas con el título "El bien siempre triunfa".

Así como escucharon, hace dos días se hizo justicia. La persona que nos atormentaba resultó ser alguien común, que no destacaba entre la gente. Se trataba de Kim Doyoung, un oficinista que trabajaba en...

El mundo de Jaehyun se detuvo al escuchar ese nombre. Una imagen de Doyoung apareció en las pantallas tras el periodista. Las lágrimas cayeron nuevamente de los ojos de Jaehyun, ya irritados e hinchados por el llanto incesante de los últimos días.

De repente, la transmisión se vio interrumpida. Jaehyun creyó que la señal se había caído por las fuertes lluvias que azotaron la ciudad el día anterior. Se levantó para apagar la televisión, pero una voz lo detuvo.

Hola, amor. Perdón por hacernos esto.

Jaehyun se movió rápidamente hasta el televisor, tocando la pantalla, queriendo atravesarla para poder abrazarlo. Era un video reciente, Jaehyun pudo notarlo por el collar que Doyoung llevaba puesto, el cual él mismo le había regalado en su aniversario, dos meses atrás.

No estaba en mis planes involucrarme de esta forma contigo, pero no puedes culparme, tienes una personalidad encantadora. Sabía que me odiabas, no podía acercarme a ti como lo que en realidad soy, así que lo hice como una persona normal.

—No te odio, cariño —dijo Jaehyun a la nada, haciendo el ademán de limpiar una lágrima que caía por la mejilla de Doyoung, sin darse cuenta de que él también estaba llorando.

Lamento haber mentido durante tanto tiempo. Sé que te preguntarás por qué no me retiré en silencio antes de que las cosas llegaran a un punto tan crítico, pero no podía hacerlo. Así como te hice promesas, también las tenía con alguien más. No podía romperlas sin más, así que, siendo egoísta, decidí amarte mientras se me permitiera. Quiero que sepas que, independientemente de todo, mis sentimientos por ti siempre fueron honestos y que voy a cumplir con la promesa más importante que hicimos el día de nuestra boda: Te amaré sinceramente hasta que la muerte nos separe. No quiero que te culpes por lo que va a pasar, si alguien es culpable de todo esto sería yo y voy a pagar el precio por mis mentiras. Te amo, Jaehyun, y será un placer morir por uno de tus besos.

La imagen de Doyoung desapareció de la pantalla, dando lugar a la transmisión original, donde ya hablaban de otro tema. Al parecer, el video había sido mostrado solamente a él.

Jaehyun se derrumbó en el frío suelo de la sala de estar. El llanto que había estado conteniendo estalló y gritos de dolor resonaron en el lugar. Tomó la camisa que llevaba puesta, una que pertenecía a Doyoung, llevándola a su nariz y tratando de captar algo de ese aroma que lograba traerle calma, pero fue en vano.

No se equivocó aquel día cuando dijo que sentía que su vida acabaría en el enfrentamiento final con el villano. De nada le servía ser el héroe que todos adoraban si no tenía a la persona que amaba junto a él. El dolor que sentía era insoportable y se sentía morir. Una última imagen de Doyoung apareció en su mente antes de caer inconsciente.

Un sueño se presentó en la mente de Jaehyun mientras dormía. Estaban juntos en su casa, recostados en el sofá mientras una película, a la cual no le prestaban atención, se reproducía en la televisión. En este sueño no había héroes ni villanos, solo Jaehyun y Doyoung siendo personas normales, disfrutando de su amor.

Jaehyun daría lo que fuera por no despertar de ese sueño.

Hero [JaeDo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora