Dos

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—hola mamá -saludó Jake, entrando a su casa

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—hola mamá -saludó Jake, entrando a su casa.

—hola cielo, ¿qué tal estuvo hoy?

—bien, me entregaron la nota de economía y me fue mejor de lo que creí.

—que bueno -se acercó a su hijo para plantarle un beso en la mejilla como saludo— vamos a cenar, ya está todo listo.

—¿y papá?

—llegará más tarde, estos días ha estado repleto de trabajo. se acerca fin de año y sabes lo exigente que se ponen las empresas en esta fecha -dijo, abriendo la olla para servir la comida en sus platos.

Jake se sentó en el mesón, esperando a su madre.

media hora después habían terminado de cenar y decidieron platicar un rato más mientras bebían del té que preparo la señora Shim.

—cielo, podrías pasarme el azúcar, por favor -pidió la mujer, pues estaba lejos de esta.

—síp -dijo, girándose un tanto para alcanzar el azucarero.

con aquel movimiento dejó a la vista el costado de su cuello y la señora Shim no pudo evitar llevar sus ojos a la zona rojiza de su hijo.

estaba algo maquillada, pero su madre no era estúpida.

—¡Shim Jake! ¡¿qué es eso que tienes en el cuello?! -gritó escandalizada, asustando al chico.

—m-mamá, yo- yo... ¡lo siento!

lo habían descubierto, el maldito maquillaje de su novio se había corrido y ahora tendría que dar explicaciones que no quería dar.

—¡¿quién te hizo eso, Jake?!

las mejillas del mencionado estaban ardiendo en vergüenza y pequeñas lágrimas salieron de sus ojos.

—¡¿y por qué lloras?!

—es q-que yo.. -otro lloriqueo se escuchó.

Jake era una persona nerviosa, muy ansiosa y sensible, el cuestionamiento de su madre lo tomó por sorpresa y explotó, aunque en el fondo el sabía que estaba siendo un exagerado.

—cálmate, Jake -el tono de la señora Shim sonó más tranquilo, pues tampoco quería ver a su hijo llorar— no voy a reprocharte, estás grande y es normal que hagas ese tipo de cosas...

Jake quería desaparecer, que se lo tragara la tierra. sentía tanta vergüenza.

—solo... solo me tomo por sorpresa -hablo, echándole azúcar a su taza— aunque quiero saber quién te hizo eso, Jake -lo miró seria.

—mmh... una chica en una fiesta.

no quería mentir, pero tampoco se sentía listo para decirle a su madre que era bisexual y que estaba oficialmente en una relación.

—¿una desconocida? dios mío...

—¡no! ¡no es una desconocida, mamá! sabes que no soy así -suspiró, limpiando una lágrima que caía por su barbilla— es una compañera de clase, una que realmente me gusta...

el color en sus mejillas aumentó su tonalidad, sunoo le estaba diciendo indirectamente a su madre que estaba en algo con alguien, que era verdad. solo evitó decirle que era un chico, ¿no es tan terrible, verdad?

—fue en la fiesta del sábado en casa de Jay, solo que me lo maquillé para no ir así a la escuela, por eso no lo notaste...

otra mentira, se lo hizo un chico (su novio) ese mismo día, pero la señora Shim no tenía porqué saber eso.

—mmh.. está bien, cielo, mientras te sientas seguro con ella, todo bien. aunque hubiese preferido que me contarás tú que saberlo por esa horrible marca en tu cuello... dios, Jake, no tengo problema con que tengas novia, pero no dejes que hagan esas cosas en ti, se ve mal.

—lo siento, quise decirte, pero me dió vergüenza.

—soy tu madre, puedes confiar en mí para todo, ¿si?

—si, gracias.

—bueno, pero maquíllate esa cosa que si tu padre lo ve, dudo mucho que sea muy comprensivo, sabes que es un celoso de primera con su pequeño niñito.

—¡no soy pequeño! -reclamó, haciendo un puchero. claro que era pequeño.

la risa de su progenitora llenó sus oídos y no pudo evitar reír también.

eso salió mejor de lo que esperaba, o algo así.

eso salió mejor de lo que esperaba, o algo así

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𝐂𝐡𝐮𝐩𝐨𝐧𝐞𝐬 ʰᵉᵉʲᵃᵏᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora