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–No tienes que acompañarme, acabas de llevar a Karie a su casa, debes estar cansado.

–¡Me hubieras dicho que saldrías antes y así te llevaba y pasábamos de regreso!

–Ay, Megumi, por dios, estás de novio con ella, no tienes qué llevar a un mal tercio detrás.

–No serías mal tercio, te hubieras llevado bien con ella, además como si yo no hubiera estado contigo varias veces mientras estabas con Saaaa...– el dirigió su mirada a la morena

–No es voldemort.– bromeó la morena mientras agachaba la mirada, divertida.

–Déjame llevarte, Alexa, sabes bien que me preocupo por ti.– ella desvió la mirada hacia la entrada del departamento, suspirando y aferrándose a las asas de las bolsas de tela.

–Está bien. – ella pudo escuchar las llaves de la camioneta en los bolsillos de su chamarra voluptuosa, la que lo hace ver más grande. Bajaron las escaleras del edificio en silencio, el con las manos metidas en los bolsillos de la chaqueta y ella tomando la bolsa para cargar el material

–Entonces... ¿Cómo conociste a Karina?

–Es de la facultad, solíamos estudiar juntos con más amigos. – Alexa alzó las cejas mientras el encendía el auto. –No vive tan lejos entonces había veces en las que me la traía porque me quedaba de paso, bueno, eso cuando no iba a verte a ti.

La morena no entendía porque pero se sentía traicionada.

Megumi no era suyo ...
No para sentirse así.

–Se ve que es linda .– dijo entre dientes girando la vista hacia la ventaja, observando las oscuras calles de Nueva York .

–Lo es.– respondió al instante, el auto yendo de reversa mientras el giraba la vista por completo antes de salir del estacionamiento. –Yo solía verte tan enamorada de él que pensaba que quería que alguien me amara como tú a él.

Ella apretó los labios.

—Lo tuyo será mejor que esa mierda.– dijo la morena. –Te lo aseguro.

–Bueno, – se rio, –cualquier cosa es mejor que eso, Lexa– dijo en tono más serio , logrando que ella volviera a desviar la mirada.

–Lo sé, con el tiempo gané perspectiva y había muchas cosas que... no se como fue que permití.

Pasando luces verdes él solo la escuchaba.

–Todo el asunto de Denisse... me dolió bastante para ser un tipo al que solo conocía por algunos meses.

–Estabas muy enganchada, yo no sabía que pasaba pero, siempre estaba muy distraída.– Alexa asintió con la cabeza.

–Da igual.

–Me alegra que estés mejor, Alexa, solo fueron unos meses en los que te conocí antes de todo ese desastre pero... te cambio mucho muy rápido, ahora... sigues siendo diferente pero recuperaste algo tuyo.

–Supongo que a mí misma.– dije, el encendió la radio.

–Te extrañaba.– dijo él sin voltear a verme un segundo. –Sentía que de verdad te perderíamos. – dijo y tuve que luchar contra mis ganas de recargarme en su hombro. 

Pronto llegamos al lugar en donde vendían de todo más barato. Un local grande en un edificio muy viejo y en un piso muy alto.

–¿Por qué venir a comprar hasta acá ?– preguntó viendo los libros viejos apilados todos sobre una mesa de madera desgastada, viendo portada por portada los libros, abriéndolos con suavidad con sus delgados dedos. –Siempre comprabas en las tiendas grandes y cercanas.

Bubble Gumi | Megumi FushiguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora