AlicentNo recibí ninguna respuesta a mis cartas. No la esperaba, pero deseaba que fuera así.
-Madre, he de admitir que te ves ridícula mandando esas cartas. -Cada sorbo de vino hacía que este actuara de una manera irritante.
-Lo sé, pero Rhaenyra... -No terminé de hablar por el golpe que este propinó a la mesa.
-¿Ella qué? -dijo con la voz más elevada-. Ella podría haberlo evitado si le hubiera hecho justicia a Aemond, así este no desataría tal ira.
Me quedé quieta. Era cansador pelear con Aegon, siempre lo fue, siempre buscaba la razón.
-Debo irme, si me disculpas. -Caminó a la puerta; sabía que buscaría a alguien para satisfacer sus necesidades, como siempre siendo un cliente frexuente de la casa del placer siendo algo repucnante.
Bajé mi mirada a la última carta que escribiría a esta, ya rendida de no tener respuestas.
-Sir Criston -llamé. Este vino corriendo; no era de sospechar que este rondaba más por mis aposentos que por los de los príncipes.
-¿Pasó algo, su majestad?
-Mándensela a Rhaenyra. Esta vez deseo saber que esta la recibió, entréguesela en sus manos, deseando una prueba de eso.
-Claro, su majestad. -Agarro tal carta y se fue. Normalmente no pedía una prueba de que esta fuera recibida por Rhaenyra, pero como era la última carta, necesitaba comprobar que las estuviera recibiendo.
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"Tu me perteneces"
Romance"Tiempos de Traición y Lealtad junto a ti" Después de la muerte de Lucerys, algo se desató en Alicent; algo cambió dentro de ella. Ya no apoyaba la causa de su hijo como antes. Ya no veía sentido en hacerlo. Alguien a quien amaba había muerto y, con...