Ya Dre se había acostumbrado a la vida en China, estar unos años viviendo en ese entorno lo había cambiado, para bien, claro está. La primera cosa que había cambiado es que ya no tenía doce, ahora tenía diecisiete, además de tener nuevos hobbies y nuevos gustos, pero aún seguía descubriéndose.
Su hobbie y pasión favorita era el Kung Fu, el cuál seguía practicando con el Sr Han, luego estaba el conocimiento intermedio del instrumento violín, que gracias a Meiying sabía todo lo que sabía, también estaba el básquet que seguía estando presente en su vida y solía jugarlo en la cancha con los habituales chicos que siempre se encontraban allí, además de Harry.
Pero una cosa debía resaltar, y es que era un fanboy. Un fanboy del Kpop y de su novio. Sí. Novio.
Su novio era ese chico que en un torneo casi le rompe la pierna, pero la vida da muchas vueltas, justo ahora Cheng era la luz de sus ojos, incluso por encima de su bias. Su mamá al principio no aceptaba a Cheng pero era porque le tenía cierto rencor, luego se volvió su segundo hijo.
Cheng aceptaba su fanatismo por el Kpop, le resultaba tierno como su novio se emocionaba por cualquier cosa referida a sus bandas favoritas y como le encantaba verlo felíz, cada que podía le regalaba photocards o merch. Claro que no podía faltar la etapa en la que su propio novio tratara de meterlo en el mundo del Kpop.
—Cheng, está sencillo, es el único que te falta
—le dijo Dre alentandolo.El asiático ya ni sabía cuánto tiempo llevaba en eso, habia llegado hace algunas horas al departamento de Dre y menos mal esa noche se quedaba a dormir porque el moreno no lo soltaría hasta que pudiese aprender a diferenciar a cada miembro de esa banda, y eso no sería para ya.
—No lo sé —se quejó tumbándose en la cama con frustración.
—Si lo sabes, vamos —Dre lo tomó de un brazo para levantarlo.
Cheng soltó un largo suspiro y vió de nuevo la pantalla, fijándose en la foto grupal.
—Es Jin... —respondió con un poco de duda.
Dre soltó un pequeño chillido alegre.
—Ves, no era tan difícil, ya puedes diferenciar a BTS, ahora vamos con Enhypen —tomó la laptop que antes estaba en la cama y la puso con estusiasmo sobre sus muslos.
El asiático se tumbó de nuevo en la cama con una cara de cansancio.
—Lindo, luego puedes enseñarme a Enhypen, vamos a tomarnos una pausa de eso, ¿quieres?
El moreno de trenzas un poco más largas que hacía años atrás, comprendió y dejó una playlist de música en inglés reproduciendo en volumen bajo.
—¿Qué quieres hacer ahora?
Cheng se apoyó de sus codos en el colchón para ver a Dre interesado, curvó sus labios en una sonrisa coqueta.
—Podrías recompensarme el haberme aprendido los nombres y diferencias de BTS.
Dre se inclinó sobre él dándole un casto beso en sus labios.
—Listo.
—Eso es muy poco para la cantidad de horas que me tomó —reclamó el pelinegro ofendido por tan poca recompensa.
No omitió ni una queja cuando el contrario se subió a su regazo tomando sus mejillas para chocar sus labios suavemente una y otra vez, hasta que Cheng sintió el calor del momento y tuvo que sentarse obteniendo así mayor comodidad al usar sus manos para tocar la cintura y parte del abdomen de su novio por debajo de la camisa. Su suave piel caliente era un contraste con sus manos frías.
—Sígueme enseñando todos los grupos que quieras si en todas esas está será la recompensa, cariño —habló rozando sus labios con los de Dre.
—Que interesado.
Cheng soltó una risa nasal y por un momento dirigió su mirada a su costado, encontrándose con él teléfono de su moreno, pero algo llamó más su atención.
—¿Ese soy yo?
Dre se fijó en su teléfono algo confundido, pero tan pronto se dió cuenta a lo que se refería sonrió contento y lo tomó en sus manos para enseñárselo mejor.
—Lo mandé a hacer para que sepan quién es mi bias.
De la cárcasa de su celular sacó una photocard. Era Cheng. La foto favorita de Dre y la que por mucho tiempo estaría en la parte trasera de su celular. El asiático vió la photocard sorprendido pero no disgustado, se sentía muy afortunado a decir verdad.
—La photocard venía con un llavero también —dijo alzando las llaves de su casa enseñando una pieza de acrílico con una foto que había tomado Cheng de ambos en el espejo abrazados.
Cheng rodeó la cintura del chico sentado en su regazo con fuerza pero no la suficiente como para lastimarle y le dió besos en sus mejillas y cuello con una sensación de felicidad en el pecho que creció al oír la risa del contrario.
—¡Como me encantas! —exclamó apoyando su mentón en el pecho de Dre.
—Tu me encantas más, tienes el lugar que debería de tener Namjoon en mi cárcasa.
Así era el amor que le tenía Dre a Cheng.
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KPOP | DRENG
FanfictionONE SHOT DRENG| Su novio es fanático del Kpop, y también de él. ♦Cheng Lu y Dre Parker. ♦Historia 100% mía. ♦Con el fin de entretener. ♦Dre tiene diecisiete años, Cheng dieciocho.