Celos

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-A menos qué, Gothi?- preguntó Hipo en un tono muy particular.
Gothi tomó su bastón con firmeza e hizo sus últimos trazos. Bocón de inmediato reconoció cada línea y dijo:

-A menos que ella tenga el artero de Taoka- interpretó Bocón

-El.....qué?- exclamó Brutacio, simulando entender lo que decían. Bocón prosiguió:

-El artero de Taoka es uno muy poderoso y podría decirse que es un artero extra. Este artero provenía de una isla muy lejana de Berk, ahí vivía una tía de Gothi quien le contó sobre ese artero; le dijo que era más fuerte que los demás arteros, ya que los otros te podían envenenar pero podías sobrevivir gracias a una cura, pero sólo si esa cura se aplicaba el mismo día en el que obtenías el veneno-

-Pero Aleyda lo manejó durante casi una semana o más- recordó Astrid

-Entonces ella debe tener el artero en alguna parte de su cuerpo-

-Y que hace exactamente ese artero?- preguntó Patapez curioso
-Este artero lo que hace es contener los poderes de las flechas elementales, si fuera el caso de que no se hubiera aplicado el correspondiente al poder de esas flechas-
-Y eso quiere decir....-

-Quiere decir que Aleyda todavía tiene el elemento de fuego contenido y eso es muy peligroso-

Todos estaban muy confundidos con todo eso de las líneas del tiempo, flechas elementales, arteros....deseaban que terminara todo ese peligro.

-Si Aleyda no cruza con precaución las líneas, el artero podría desaparecer al igual que el poder de la flecha elemental, y con ella........sus recuerdos-

Hasta ahí pudo haber llegado la calma de Hipo, sentía una extraña sensación de preocupación por Aleyda. Astrid frunció el ceño. Conocía muy bien a Hipo y a esa preocupación que le daba muy raras veces. Todos salieron de la casa de Gothi. Cuando Hipo salió, sintió un jalón en su brazo. Se volteó y vio que era Astrid con el ceño fruncido y una mirada molesta.

-Que ocurre Astrid?-

-Porqué estás tan preocupado?-

-Que porqué?! Astrid, no oíste? Aleyda está en peligro, debemos hacer algo para ayudarla-

-No sería mejor que se quedara con sus amigas? Digo, ellas debe extrañarla mucho-

Hipo no podía creer lo que oía, pero ya sabía por donde iba eso...

-Acaso estás celosa?- dijo Hipo mostrando una suave sonrisa. Astrid se había sonrojado un poco

-Quien yo? Por favor Hipo! Esas son tonterías-

-Ah sí? Entonces porque estás tan tensa? Lo único que quiero es ayudar a una amiga-

-Seguro que sólo es...-

Astrid no terminó cuando Hipo la sujetó de la cintura y le dio un beso en los labios. Después se quedó mirando a Astrid, a quien le apareció un brillo en los ojos.

-Todavía crees que tengo otra razón para ayudar a Aleyda?-

Astrid se quedó callada, entonces, Hipo montó a Chimuelo y se dirigieron hacia la academia. Astrid los observó alejarse. No supo si quedarse callada fue la mejor opción pero su cabeza no tenía ideas claras después de lo que Hipo había hecho.


Mientras tanto, cuando Aliss terminó de lavarse la cara se sostuvo del lavatorio y se miró al espejo preguntándose "Que voy a hacer?" "Le digo la verdad?" "La llevamos a Berk?". No quería perder a su amiga pero tampoco quería ser odiada por ella. Luego de mirarse por un rato y notarse las ojeras, se dio la vuelta para ir al cuarto. Abrió la puerta del baño y vió de lejos a Aleyda con las cajas de pizza. Aliss estaba paralizada, no por verla venir, sino por que notó que su mechones claros, se tornaron color naranja y podía jurar que brillaban. Aliss tragó saliva y trató de que Aleyda no la notara. Luego de que Aleyda entró, Aliss caminó poco a poco. De repente un grito se escuchó.

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Espero que les haya gustado el capítulo y perdón por dejarlo tan abandonado pero trataré de subir más seguido :3 comenten que les pareció ;D

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