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Después de más de una década sin tener contacto alguno con su amigo, un tragico momento los une, no es como esperaba su reencuentro, pero al menos vuelven a verse.

La muerte de un familiar cercano con el cual ambos habían interactuado varias veces los vuelve a unir causando un reencuentro emotivo y, en lugar de emocionante, dolorosamente triste.

-Hace mucho que no sabía nada de ti, mi más sentido pésame- menciono el castaño dándole un abrazo lleno de emociones a su amigo.

-Gracias por venir- Dijo, correspondiendo el abrazo y aguantando las ganas de salir corriendo.

Después de todo ese tiempo, de haber salido con más hombres, de tener una buena vida, seguía amándolo... Sin duda alguna seguía amándolo.

-Me he divorciado- dijo de la nada el castaño mientras tomaban un café a las afueras del funeral.

-Vaya, creí que durarían toda la vida, cuándo fue que se divorciaron?- pregunta curioso el azabache.

-Yo también creí lo mismo, hace cinco años le descubrí una infidelidad y nos divorciamos, por suerte el proceso no fue largo y, como no tuvimos hijos, pues fue más sencillo-

-Quien lo diría.. con esa cara de santa que se cargaba..- Dijo, un poco sorprendido por la razón del divorcio.

-Lo se, era tan cariñosa que no me di cuenta hasta que el otro fue a decirme hasta mi casa que me estaba siendo infiel con el-

Ambos hombres se quedaron charlando un buen rato hasta que el pelinegro tuvo que irse, después de todo las horas habían pasado mientras hablaban y eso los había dejado al día.

Se contaron lo que hicieron en once años, le contó que era gay y que había salido con varios hombres pero ninguno era bueno para una relación, el otro se compadeció y apoyo a su amigo en todo.

-Bueno, tengo que irme- dijo el pelinegro mientras se levantaba de su asiento para emprender camino rumbo a su auto para volver a casa.

-Espera! Dame tu número, así no volveremos a perder el contacto- menciono el castaño con una sonrisa.

El otro acepto y dejo su número escrito en el teléfono antes de volver a caminar hasta su auto, recibiendo una llamada en el camino, contestandola y riendo al escuchar quien era. Guardo el número con una sola estrella en lugar del nombre y subió a su auto.

Emprendió camino a casa soltando todas las emociones frustradas en el camino, no podía creer que, después de tanto tiempo, siguiera amando al mismo hombre, sintiendoce feliz por el divorcio, pero al mismo tiempo triste por la manera en que paso.

Llegando a su casa tomo una ducha para refrescar la mente un poco y preparo comida para antes de dormir.

Mientras lo hacía recibió otra llamada, viendo la pantalla de su teléfono pudo ver a la estrellita que antes le había puesto, una sonrisa de emoción se dibujo en su rostro y contesto la llamada.

-Quien es?- dijo con ironía.

-El hombre más guapo del mundo- recibió como respuesta.

-Es imposible que me llame a mi mismo- dijo entre risas.

-Ya, no seas payaso, quieres salir a beber conmigo?-

Please don't Donde viven las historias. Descúbrelo ahora