Un Lunes Difícil

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Capítulo 4: Un Lunes Difícil

El lunes por la mañana llegó demasiado rápido para Daniel. El sonido insistente del despertador lo sacó de su sueño profundo y agradable, devolviéndolo a la realidad. Con un suspiro pesado, apagó el despertador y se sentó en la cama, sintiendo aún la tensión de la noche anterior con su padre.

Antes de cambiarse, Daniel revisó su teléfono y vio que sus amigos Charlie, Naty y Eric habían estado conversando en su chat de grupo.

Charlie: ¡Buenos días, chicos! ¿Listos para empezar la semana?

Naty: Apenas me estoy despertando, pero sí, supongo que sí. ¿Qué tal ustedes?

Eric: A mí me toca una reunión temprano. Deséenme suerte.

Charlie: Buena suerte, Eric. ¿Qué hay de ti, Daniel?

Daniel: Sí, buenos días.

Charlie: ¿Todo bien, Dani?

Daniel: Sí.

Eric: ¿Listo para otra semana, hermano?

Daniel: Sí.

Naty: Bueno, chicos, se nos hace tarde. ¡Hablamos luego!

Charlie: ¡Sí, tienes razón! ¡Nos vemos!

Eric: ¡Hasta luego!

Daniel dejó el teléfono a un lado, preparándose para cambiarse.

Justo cuando iba a ponerse de pie, su teléfono vibró con un mensaje privado de Naty.

Naty: Oye, Dani, ¿estás bien? Te noto raro hoy.

Daniel: Solo estoy cansado, Naty. Gracias por preocuparte.

Naty: Si necesitas hablar, sabes que siempre estoy aquí para ti. No estás solo, ¿ok?

Daniel: Gracias, Naty. De verdad lo aprecio.

Con un suspiro, Daniel dejó su teléfono a un lado y se levantó para cambiarse. Después de vestirse y preparar su mochila para el trabajo, bajó las escaleras. La casa estaba en silencio, con la excepción del suave murmullo del televisor en la sala, donde su padre ya estaba viendo las noticias matutinas.

"Buenos días," dijo Daniel con voz somnolienta mientras pasaba por la sala rumbo a la cocina.

Luke levantó la vista del televisor y respondió con un gruñido apenas audible. La tensión en el aire era palpable, pero Daniel decidió no darle importancia y siguió su camino. En la cocina, encontró a su madre preparando el desayuno.

"Buenos días, mamá," dijo Daniel, tratando de sonar más animado.

"Buenos días, cariño. ¿Dormiste bien?" preguntó Rebeca con una sonrisa amable, aunque cansada.

"Más o menos," respondió Daniel, sirviéndose un poco de café. "Gracias por el desayuno."

Mientras desayunaba, su hermana Amelia bajó las escaleras, todavía medio dormida pero con una sonrisa en el rostro. "Hola, Dani. ¿Listo para otro día?"

Daniel asintió, tratando de contagiarse del buen humor de Amelia. "Sí, supongo. ¿Y tú?"

"Siempre lista," respondió Amelia con un guiño.

El ambiente en la cocina era mucho más relajado que en la sala, y Daniel se permitió disfrutar de ese momento de normalidad antes de salir para el trabajo. Terminó su desayuno, se despidió de su madre y su hermana, y salió de casa.

El trayecto al trabajo fue tranquilo. En el autobús, Daniel se colocó los auriculares y dejó que la música lo transportara a otro lugar. Esta vez, eligió "Tokyo" de Imagine Dragons, una canción que siempre le daba una sensación de aventura y escape. Mientras observaba la ciudad pasar por la ventana, las letras optimistas y los ritmos vibrantes le ayudaron a prepararse mentalmente para enfrentar las tareas del día.

En el trabajo, el día transcurrió sin mayores incidentes. Daniel se sumergió en sus tareas, usando la música como un escudo para mantenerse enfocado. Sus compañeros notaron que estaba más callado de lo habitual, pero respetaron su espacio, sabiendo que a veces tenía días así.

Durante el almuerzo, Daniel se sentó solo en una mesa en la cafetería, disfrutando de un momento de paz. Sacó su cuaderno y empezó a dibujar, dejando que los trazos de su lápiz reflejaran sus pensamientos y emociones. Dibujar siempre había sido una forma de liberar la tensión, y hoy no era la excepción.

La tarde pasó rápidamente y, antes de darse cuenta, era hora de regresar a casa. En el autobús de vuelta, se permitió escuchar "Navigating" de Twenty One Pilots. La canción, con su tono introspectivo y sus letras sobre la lucha interna y la búsqueda de claridad, resonaba profundamente con él.

Al llegar a casa, el ambiente parecía más calmado que en la mañana. Su padre estaba en el jardín, ocupado con algo que Daniel no pudo identificar desde la ventana. Su madre estaba en la cocina, y Amelia se encontraba en la sala leyendo un libro sobre cómo volverse rico cambiando tu mentalidad, cosa que Daniel no cree posible. Daniel se dirigió directamente a su cuarto, sintiéndose un poco mejor después del día de trabajo.

Decidió hacer algo productivo y empezó a estudiar para el próximo examen de ingreso a la universidad. La música seguía siendo su compañera constante, y esta vez eligió una lista de reproducción de sus artistas favoritos para mantener su ánimo elevado.

La cena fue tranquila, con una conversación superficial que evitaba cualquier tema conflictivo. Luke parecía más relajado, tal vez porque no había bebido tanto vino como el día anterior. Después de cenar, Daniel ayudó a limpiar la mesa y luego se retiró a su habitación.

Esa noche, antes de dormir, decidió revisar su teléfono y encontró un mensaje en el chat de grupo que había creado con dos nuevos amigos que había conocido recientemente en una cafetería, Julia Lezcano y Steven Perry.

Aquella tarde, ninguno de sus amigos se había presentado y, en lugar de pasar el rato solo, había entablado conversación con ellos.

El grupo estaba activo:

Steven: ¡Hey chicos! ¿Cómo estuvo su día?

Julia: Bastante bien, aunque la universidad me está matando. ¿Y ustedes?

Daniel: Un poco difícil, pero lo sobrellevo. La música siempre ayuda.

Steven: Totalmente. Oye, Daniel, ¿recuerdas esa canción de Benson Boone que mencionaste la última vez? ¡La he estado escuchando sin parar!

Daniel: Hablas de "Cry" ¿no? Es un temón, jaja. Por cierto, ¿han oído "Youngblood" de 5SOS? Es una canción muy buena.

Julia: ¡La agregaré a mi lista! Gracias por la recomendación.

Daniel sonrió, sintiéndose un poco mejor al saber que tenía a estos nuevos amigos con quienes compartir sus gustos y preocupaciones. Se recostó en su cama, dejando que la lista de reproducción aleatoria de sus canciones favoritas siguiera sonando. Cuando "Maps" de Maroon 5 empezó a sonar, ya estaba tan cansado que se quedó dormido sin poder cambiar la canción.

Esta vez no tuvo un sueño onírico, ya que para él son como los sueños lúcidos, donde no logra descansar correctamente, por lo cual su cuerpo lo hizo tomar un sueño profundo, donde pudo dormir completamente.

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⏰ Última actualización: Jun 23 ⏰

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