Capítulo 10

602 75 6
                                    

Cerré la ventana de mi habitación porque supongo que es el único lugar por el que pudo entrar y aunque me gustó lo que hizo me aterraría que volviera, pero lo que más preocupa es que él también podría tener acceso, la verdad es que desde que se ha...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cerré la ventana de mi habitación porque supongo que es el único lugar por el que pudo entrar y aunque me gustó lo que hizo me aterraría que volviera, pero lo que más preocupa es que él también podría tener acceso, la verdad es que desde que se ha estado comunicando conmigo me eh vuelto paranoica tanto que en la gaveta de mi mesa de noche tengo un cuchillo.

Encendí la luz y me senté en la cama a observar la rosa blanca que estaba manchada de sangre en cierta forma me recuerda a mí, porque el mancho mi pureza. Sin embargo por una extraña razón a La sombra no le temo, a pesar de que pueda ser un asesino y psicópata siento que me protege que aunque de una forma retorcida me quiere.

Me quede unos instantes observando la nota la cual no había notado que estaba también escrita por detrás:

Hasta las rosas más frágiles y hermosas tienen espinas para defenderse, pueden llegar a lastimar pero eso no opaca su belleza, no está manchada ni dañada es un maravilloso contraste de colores.

No estoy manchada, ni dañada soy un maravilloso contraste de colores?, eso me quiso decir pienso y sonrió como estúpida. Justo cuando iba a tratar de dormir Adam entro sin siquiera tocar.

—Es muy tarde yo dormiré y tu deberías hacer lo mismo—digo tratando de conservar la amabilidad.

—Me estas echando?, lo que sucede hermanita es que no puedo dormir, tal vez si lo hago contigo pueda hacerlo-me mira desvistiéndome con la mirada y ese tono juguetón que no me está gustando nada.

—Fuera de mi habitación—le digo nerviosa.

El comenzó a acercarse a mí y yo me levante alejándome más.

—No te me acerques o juro que gritare y mis padres vendrán a ver qué ocurre.

—Nuestros padres—corrige—Y no creo que te escuchen, no cuando eché unas pocas gotas de somnífero en sus bebidas.

—Los drogaste?.

—Diciéndolo así suena muy feo, solo quería que durmieran plácidamente—dice sonriendo y se abalanza sobre tratando de besarme y pasando las manos por mi cuerpo, yo lo empuje con fuerza pero y el me abofeteo fuerte.

—Porque no puedes ser una hermanita complaciente?, no me obligues a usar la fuerza.

—Me das asco—le suelto y el me golpeo de nuevo el rostro dejándome un fuerte dolor en la mandíbula.

Se acercó a mí y siguió besando y tocando mi cuerpo a la fuerza yo lo golpeaba y luchaba contra el, pero es más fuerte y la única forma, será llegar hasta mi mesa de noche, caigo en piso y el continua besándome y rompiendo mi piyama con su asqueroso cuerpo sobre mí, inevitablemente los recuerdos vienen a mi mente haciéndome llorar y temblar en breves momentos de shock, le patee el pecho y me arrastre por el suelo para llegar hasta donde está el cuchillo pero el me tomo por uno de los pies y comenzó a arrastrarme hacia él, yo gritaba desesperada y logre patearlo para que soltara mi pie llegue a la mesa de noche, tome el cuchillo y me levante del suelo totalmente nerviosa, despeinada y con la mi piyama destrozado, él se acercó y rápidamente lo amenace con el puñal.

SHADOWS IN THE DARK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora