Otro año en el infierno que ahora llamamos el mundo. Otro año en el que probablemente la mayoría del mundo eran cadáveres caminando. Otro año de mierda. Lo único que hizo que todo valiera la pena fue mi novia Alicia. Ella fue la roca que me mantuvo en tierra. Cuando todo llegó a ser demasiado ella fue la que estaba allí para ayudarme. Yo era igual para ella. Cuando su hermano murió yo estaba allí para mantenerla a flote. Decidimos que como el año nuevo estaba a solo una hora de distancia, empezaríamos con una buena nota. Las dos habíamos encontrado una cabaña abandonada hace un tiempo a la que íbamos cuando necesitábamos algo de tiempo para nosotras. Así que ahí es donde fuimos. Lo habíamos limpiado para que se viera bastante bien cuidado para estar en el fin del mundo. Agarré a Alicia y la llevé al dormitorio. La tumbé en la cama y comencé a besar bruscamente sus labios perfectos. Gimió y me agarró el pelo. Me alejé haciéndola llorar por la pérdida de mis labios y la monté. Cogí el dobladillo de su camisa y se lo quité revelando la falta de sostén. Sonreí y ella se sonrojó un poco.
"¿Estamos siendo un poco arriesgadas?" Pregunté y ella se encogió de hombros.
"Se estaba poniendo incómodo." Ella dijo y me reí sacudiendo la cabeza. Me incliné y capturé sus labios en los míos una vez más y moví mis manos para manosear sus pechos. Le pellizqué el pezón entre mis dos dedos y ella gimió mientras arqueaba su espalda. Su núcleo vestido se encontró con el mío y la empujé hacia abajo con mis caderas. Moví mis labios hacia su cuello encontrando su punto dulce con facilidad y ella gimió en voz alta.
"¡Mierda!" Ella gimió y clavó sus uñas en mi espalda, seguramente dejando marcas. Me quejé de la sensación solo haciendo que la sensación en su cuello mejorara.
"No es justo que lleves tanta ropa." Ella dijo y yo sonreí, tirando hacia atrás para mirarla.
"¿Por qué no arreglas eso?" Le pregunté y sonrió. Me agarró la camisa y me la quitó, así como el sostén. Su boca encontró mi pezón y su otra mano comenzó a moverse hacia los botones de mis jeans. Comenzó a juguetear con ellos mientras me quejaba de la sensación de su succión en mis pezones.
"¿Cómo es justo que me desnude primero?" Pregunté entre gemidos. No me contestó, sino que abrió los botones y me bajó los pantalones. Ella nos dio la vuelta, así que estaba arriba y me quitó los jeans y la ropa interior por completo. Ella sonrió y se quitó la última de sus ropas, así que ambos estábamos desnudos. Empezó a besarse desde entre mis pechos hasta mi coño mojado. Comenzó a frotar mi clítoris mientras besaba mis dos muslos. Me quejo frustrado por sus burlas y solo sonríe.
"¡Alicia! ¡Mierda! ¡Por favor!" Me quejo incapaz de formar una oración.
"Ya que lo pediste tan amablemente." Ella dijo y su lengua se encontró con mi clítoris. Gemí en voz alta al contacto. Ella movió lentamente uno de sus dedos en mi y gemí más fuerte. Trabajó su lengua perfectamente y rápidamente me llevó a un orgasmo. Estaba a punto de hacerlo otra vez cuando le agarré la barbilla para que me mirara.
"Tu turno bebé." Sonreí y la empujé a acostarse. Me besé y dejé pedacitos de amor por todo su cuerpo hasta que llegué a su clítoris. Ella gimió y se torció las caderas casi de inmediato tratando de conseguir más.
"¿Somos codiciosas?" Pregunté con una sonrisa y ella empujó mi cabeza hacia atrás entre sus piernas. Sonreí y rápidamente trabajé mi lengua en su clítoris. Empujé dos de mis dedos en ella y ella gime más fuerte, apretando sus caderas en mis dedos y en mi cara.
"A la mierda sí Y/N!" Ella gimió apretando su agarre en mi cabello. Sabía que se estaba acercando, así que tomé la velocidad. Ella gimió más fuerte, si eso era posible, y sentí que apretaba mis dedos. Llegó a su clímax y cayó a la cama en un desastre sudoroso. Saqué mis dedos de ella y sonreí a su respiración. Me arrastré hacia ella y capturé sus labios en un dulce beso amoroso.
"Esa fue la manera perfecta de empezar un nuevo año", dijo sin aliento. Me reí y picoteé sus labios.
"Que era bebé." Dije y nos abrazamos bajo las sábanas.
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