Epílogo

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- ¡¿Entonces doy una vuelta y salto?!

Asiento, ella sonríe, da un giro moviendo su tutú con su cuerpo, de puntillas se mueve ágilmente y finalmente da un salto pulcro y perfecto.

- ¡Muy bien! Eso estuvo grandioso cariño.

- ¡¿Puedo enseñarle a papá?!

Asiento y ella corre feliz hacia su padre que la espera pacientemente en el salón.

Lia es una de las más pequeñas, le cuesta un poco aprenderse las coreografías, pero tiene un movimiento muy elegante y perfecto.

Solo está pequeña, de grande será toda una bailarina.

- ¡Papá! ¡Papá! ¡Mírame soy una princesa bailarina!

Sonrió mirando como le muestra a su padre como baila.

Ser profesor de danza, me ha enseñado a  convivir con niños que comparten sueños y emociones, que descubren sus vocaciones y pasiones a traves de mi.

Es grandioso.

Pero la mejor parte es...

- ¡¿Lo ves papá?! Papi es grandioso.

Jungkook carga a nuestra Lia de tres años y se acerca con una sonrisa en sus labios.

- Tu papá es ser más maravilloso de este mundo.- Me da un beso y yo le sonrió.

Es realmente hermoso e impresionante, no se compara con nada esa sensación de llenura y amor que recibes de los seres que más amas en el mundo.

Guardo las cintas, y tomó mi bolso, siendo seguido de mi hija y esposo.

Apagó las luces del salón y finalmente salimos del lugar.

Cuando quede embarazado, tuve pánico, miedo de no ser lo que ella necesitara en la vida.

Cuando la noticia de que el único y sucesor hijo de la pareja Jeon, estaba esperando un hijo, fue un indicio del que se habló por mucho tiempo, entonces las personas empezaron a dar sus opiniones, alegando que sería ideal que fuera un niño para que pudiera heredar.

Cuando Lia llegó, fue recibida junto a una ola de personas insignificantes que me juzgaron por no haber dado un niño Jeon.

Jamás me importó sus opiniones, jamás me afectaron.

Sabía lo que me esperaba cuando me case con Jungkook, lo que nunca esperé fue que nuestra primera nena llegara a consumir todo el amor de mi corazón.

Subimos al auto, Lia sube a los asientos traseros y coloca su cinturón.

- ¡Hoy fue un día fantástico papá! ¡André me regaló una paleta! ¡Mira papi mira!

Jungkook aprieta su mandíbula y se obliga a verla, la escena era un tanto graciosa.

- Así que ese niño extranjero otra vez te trajo un dulce...

- ¡Así es! Y es de cereza.

Su mirada asesina se posa en la mía y me encojo de hombros.

El vuelve al volante y emprende camino a nuestro hogar.

- ¿Papá?

- ¿Si?

- ¿Podemos jugar a la doctora antes de que tía Jisoo venga por mi?

Y los fines de semana con su tia Jisoo son sus favoritos.

- Oh claro, mi amor.

Se que lo hace porque sabe que su papá es celoso con los niños que se acercan a ella, es su manera de demostrarle que lo ama.

Y el es su fiel sirviente.

Llegamos a casa, bajamos del auto y yo me dirijo a la cocina.

Mis amores deben tener hambre.

Lia está muy animada y lleva a su papá a rastras a su habitación.

El me mira, me sonríe y me lanza un beso antes de desaparecer de mi vista.

Es increíble.

Casi una hora después.

Me dedique a cocinar, Jisoo está por llegar y se que ni ella, ni Lia se quedarán a comer.

Irán de compras.

Así que le preparo una rápida merienda para que pueda llevarla con ella.

El timbre empieza a sonar y Jungkook grita para anunciar que el abrirá la puerta.

Cierro la lonchera de mi nena y voy por ella.

Me aproximó a su habitación y tocó antes de entrar, ella me recibe vestida con dos hermosos lazos es su cabello lacio y un vestido muy hermoso de color azul.

Se que el la ha vestido, siempre que lo hace ella luce como una princesa.

- ¿Has terminado de jugar?- Ella gira sobre sus talones y toma su pequeña cartera para llevar cosas con ella. Veo que son las cosas con las que aparentemente jugo con su papá.- ¿Amor? ¿Que es eso?

Miró entre sus juguetes un frasco que reconozco perfectamente.

- Lia... ¿De dónde has sacado esto?

- ¿Eh? ¡Las tomé del armario!

- ¿Revisaste mi armario? Lia no puedes hacer eso amor. Dime qué no tonaste ninguna.

Ella pone un dedo en su barbilla y piensa.

- No lo hice, le dí a papá ¡Parecen caramelos!

Oh por Dios.

- Amor... Tu tía espera por ti...

La voz de Jungkook se escucha tras la puerta y ella se emociona.

Estira sus brazos hacía mi.

- ¡Abrazo y beso!

Le doy su abrazo y beso, ella sale emocionada al reencuentro con su tia.

Mientras yo me quedó perplejo, le ha dado una Viagra que tiene años guardadas en mi closet.

No puede ser malo ¿Verdad? Quizás están vencidas y no hagan efecto.

Guardo el frasco en mi bolsillo y salgo a despedir a mi hija y saludar a mi hermana.

Cuando ellas se van completamente el silencio de la casa me llena y recuerdo que no he visto a mi esposo, pues me había quedado conversando un poco con mi hermana.

Me doy la vuelta y lo busco a nuestra habitación, era momento de comer.

Pero cuando abro la puerta de la misma, el está sentado en el borde de la cama, solo lleva unos boxers negros, su erección está bastante marcada y aparentemente dura, y su respiración es erratica.

Cierro la puerta y tragó grueso.

Joder.

- Ven mi amor, papi te necesita.

Eso me hace divagar entre los recuerdos de la primera vez que le di esa pastilla y se que ahora tendremos una ronda de sexo rudo.

Su cabello se pega a su cara por lo sudado que está y su cuerpo tonificado se tensa.

Sonrió y quitó mi ropa ante su mirada.

No lo esperaba, pero una vez más, agradezco a la Viagra que ha bebido.




Gracias por leer Viagra.





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