los momentos que pasamos juntos ◇ kys/ldh (verivery)

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—Honey-hyung, realmente creo que deberías salir, por lo menos por diez minutos, —dijo Yongseung, casi susurró, detrás de la puerta de su habitación.

Se dió la vuelta en su cama, tapándose la cabeza con sus múltiples frazadas porque Jellyfish no parecía querer comprar otra estufa aunque Dongheon ya había avisado que estaba rota. Le dieron algunas excusa de consumo de energía y que la que tenían en la "sala" era más que suficiente considerando los metros cuadrados de su dormitorio. Dongheon sólo creía que Yongseung no lo malcriaba lo suficiente. Debería luchar por él contra el CEO. Debería haber ido a comprar una estufa para Dongheon con su propio dinero, aunque era mísero lo que debía ganar como mánager...

—Honey-hyung... —volvió a hablar, dejando salir un suspiro—. Sé que las actividades te desgastan mucho, ¿sí? Y también sé que necesitas tiempo para recargarte, pero me preocupa que no cenes con el resto de los veris¹, —explicó con esa voz semi-dulce que lo hacía sentirse rojo en las mejillas y las orejas—. Estoy preocupado, hyung.

—Seungseung-ah, como con el resto todo el tiempo, además estoy, uh- viendo un anime ahora. Saldré después, ¿sí? —respondió, lamiendo sus labios, nervioso.

—¿Pediste takeout?

—Sí.

—¿En cuánto llega?

—Como en unos diez minutos.

—Está bien, te lo traigo cuando esté aquí.

Escuchó los pasos ligeros de Yongseung alejarse y Dongheon pudo volver a escribir sus sentimientos en forma de letras, todavía sintiendo la forma estúpida en la que su corazón se estaba convenciendo de que Yongseung probablemente también estaba enamorado de él. ¿Sino por qué lo trataría con más cariño que al resto? Esa voz extremadamente cariñosa era dirigida sólo a él. Así que, con ayuda de su imaginación, escribió un testamento (en forma de versos, tratando de buscar sinónimos para que las rimas sonaran bien) de cómo sería su perfecta primera cita con Kim Yongseung.

Era ridículo pensar que, después de un año y medio de tener a Yongseung como mánager, viviendo en su mismo departamento en una de las habitación más pequeñas, conviviendo con el desastre que eran como VERIVERY y como personas reales, Dongheon de repente no podía mirar a Yongseung a los ojos (no es como que lo hiciera muy seguido, de todas formas) sin que sus piernas se volvieran líquido y su corazón explotara en una Tercera Guerra Mundial que era su aparente enamoramiento.

Un día, mientras Yongseung le había preguntado en el (su) estudio en Jellyfish si podía escuchar la base de la canción que había compuesto y escrito con Gyehyeon y Minchan hacía algunas semanas, su sonrisa de aprobación había sido resplandeciente y lo había dejado casi muerto sobre su extremadamente cómoda silla, ofreciéndole un avistamiento a la otra vida y convenciéndolo que si Yongseung le prestaba su presencia por el resto de su muerte, sería un excelente cielo.

Dongheon ya sabía que Yongseung era objetivamente guapo. Sus fans eran bastante insistentes en lo bien visto que era y cómo él debería ser el idol (en vez de Dongheon, pero no estaba listo para admitir que muchas de sus fans eran crueles con él; suficiente con que había aceptado su enamoramiento con su mánager). Muchas veces Kangmin lo había empujado en frente de los en vivos aunque Yongseung estuviera en desacuerdo y terminara por escaparse con el ceño fruncido, reprendiéndolo por unos buenos veinte minutos sin descanso. Pero Dongheon convivía con otros cincos hombres objetivamente guapos, así que no era su cara ni su cuerpo (que era un muy buen cuerpo, si le permiten ahondar más en su mente, en recovecos oscuros).

Tampoco era la forma en la que lo trataba con cariño y lo respetaba, porque Gyehyeon era su mejor amigo y eso venía junto con ese paquete. Además de Kangmin que lo veía de verdad como la figura omnipotente definitiva (lo cual era un problema que había quedado pendiente desde hacía demasiados meses). Era fácil encontrar entre su grupo personas que lo vieran como un ser humano y no como el extraño chico homosexual que al parecer era fácil de esquivar y burlar en la secundaria. Su pasado trágico no se había repetido (tanto) con VERIVERY, así que tampoco era eso.