Capítulo 117: Por favor (1)

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Mi cuerpo se movió primero.

– ¡Paaaaat!

Después de correr hacia adelante sin pensar en lo que sucedería después, mi éter extremadamente poco refinado se extendió en todas direcciones, liberando una luz cegadora.

Me paré frente al Príncipe Imperial Cédric. Elise parecía completamente confundida mientras hacíamos contacto visual.

Sin embargo, lo importante era que su ataque había cesado.

"¿Jesse?"

Su voz temblaba ligeramente.

El sol amarillo que se había levantado sobre el campo de entrenamiento giraba lentamente en su lugar.

Las llamas crepitaron, dando a conocer que quemaría un objetivo en cualquier momento.

La imagen aterradora y el calor me hicieron tragar saliva.

"Te pido perdón. No estaba tratando de interponerme en su camino".

Contuve el aliento mientras hablaba. Sentí como si mi mente finalmente estuviera funcionando de nuevo.

El Príncipe Imperial estaba siendo evaluado por Elise, una cardenal, para su nombramiento como Caballero Sagrado.

Sabía que no debería haber irrumpido de esa manera.

Pero, ¿no era demasiado usar un estigma para ponerlo a prueba?

El Príncipe Imperial todavía era un novicio y era lo suficientemente fuerte incluso sin usar tales métodos de prueba.

No sabía por qué la situación se volvió tan acalorada.

"¿Se encuentra bien, su alteza?"

Escuché la voz de Christelle en ese momento, sonaba demasiado cerca de mí.

Miré hacia atrás en estado de shock. Me quedé boquiabierto.

Christelle, la vicecapitána Élisabeth, Benjamin, Ganael, e incluso el asistente del Príncipe Imperial, David, estaban todos dentro de mi Dominio Sagrado.

Todos deben haber corrido hacia aquí porque también respiraban con dificultad.

Percy estaba sentado en el hombro del Príncipe Imperial mientras sacudía sus plumas.

En cuanto a Christelle y la joven condesa, tenían su respectivo látigo y espada en sus manos, manteniendo a raya a la princesa heredera.

"......"

Entonces hice contacto visual con el Príncipe Imperial que estaba en el centro del círculo.

Parecía sacado directamente de un libro, a pesar de que su camisa cubierta de arena estaba rasgada en varios lugares y su cabello era un desastre total.

Tenía los ojos un poco más abiertos.

'¿Qué pasa con esa mirada de sorpresa?'

"Estoy bien".

Respondí antes de volver a mirar hacia adelante. El rostro de la princesa heredera parecía bastante confundido.

'Mierda, ¿no era eso algo que el príncipe Jesse habría hecho?'

Esta sensación de peligro llegaba demasiado tarde. Probablemente sería aún más extraño si de repente me alejara ahora mismo.

Abrí la boca con calma para hablar.

"Aprendí que los estigmas son el poder más poderoso que un cardenal puede utilizar. Para usarlo contra Su Alteza Real..."

Me detuve allí y eché un vistazo al Príncipe Imperial.

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