Olivia.
Arrugó el quinto papel del día con frustración.
No sé me ocurre nada. No tengo nada para la nueva canción, si realmente se podría llamar así.
Dejó la guitarra que tenía en mi regazo enfrente mío. Recojo mi pelo en una coleta alta, para acomodarme mejor.
No sé que voy a hacer. Tengo una audición importante dentro de dos días. Solo tengo tres canciones y ninguna me parece buena para representarla.
Escucho la puerta de mi habitación abrirse, al levantar la mirada de la hoja veo que Stella es la persona que entra.
Stella es mi mejor amiga desde que teníamos cinco años. Hemos tenido discusiones y enfados, pero nunca se ha ido. Ella es la única amiga que me queda.
Ella vive conmigo y con mi hermana Eliza en un mismo apartamento. Hace ya tres años que nos independizamos juntas.
-¿Todavía sigues con eso, Liv? -cuestiona Stella nada más entrar.
-No se me ocurre nada. Estoy bloqueada.
Ella se acerca hasta sentarse en el bordillo de la cama.
-Tranquila. Ya verás que te llegará la inspiración en cuestión de tiempo.-me brinda una sonrisa cálida.
-Eso espero.
Eliza abre la puerta tomándonos de imprevisto a mí y a Stella.
-¿Dónde están mis chicas favoritas? -se apoya en el respaldo de la puerta sonriendo.
-Joder, Eliza. Qué susto me has dado.
Stella se lleva la mano a su boca interrumpiendo su risa.
-Eres una exagerada. -rueda los ojos.- Bueno, ¿cómo va esa canción?
Mí ánimo cae en picado al mencionar en lo que he estado bloqueada estos últimos días.
Eliza lo nota, porque se sienta al lado mío en la cama y lo único que hace sin decir nada es abrazarme. Lo agradezco, lo necesitaba.
Desde la muerte de nuestra abuela, que era cómo nuestra segunda madre, he estado bloqueada.
-Ya verás que podrás volver a tocar, Liv. A veces hay que seguir adelante y sin mirar atrás y cuando miramos es para recordar con nostalgia y felicidad. -me acaricia el hombro suavemente mientras Stella se apoya en mi hombro.
Ellas han sido mi familia desde que nos echaron de casa a mí y a Eliza por un problema que no fue culpa nuestra. Pero ellos prefieren creer a desconocidos que a sus propias hijas.
El solo recordar ese momento me invade una culpabilidad que no debería existir, pero no puedo evitarlo.
-Venga. -Eliza y Stella me agarran de los brazos para levantarme de la cama.- Que vamos a ir a por un café y a chismear sobre la gente.
Sonrío porque esos son los mejores planes que se pueden hacer con tus amigas.
Stella al intentar pasar por mi desastre de hojas, casi se cae apoyando su mano en el marco de la puerta antes de que tuviera la oportunidad de caerse.
Eliza y yo nos miramos. Soltamos una carcajada a la que se une después Stella.
Estos momentos dan vida.
-Qué sepas que el café lo pagas tú, por proponerlo.- advierto.
Stella todo indignada dice:
-Yo pensaba que cada uno se iba a pagar él suyo.
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Lo que hay detrás de la fama.
RomanceOlivia siempre ha estado perdida en su propia vida y solo alguien puede ayudarla a poner su vida en su sitio aparte de ella misma. Erick nunca ha sabido que quiere hacer con su vida. Solo que él tiene fama pero...¿a qué costó? Nadie se espera que so...