El sol ya estaba en lo mas alto del cielo y entre el frondoso sotobosque se movió de gata de pelaje amarillento como el sol y ojos tan amarillos como su pelaje, se sentó y con los bigotes mas caídos que nunca olfateo el aroma de gatos desconocidos y escucho el sonido de las ramas de los arboles moviéndose por el viento.
El cansancio pesaba sobre sus patas, el viaje había sido muy complicado. La gata añoraba estar tapada con una manta o estar recostada frente la hoguera, pero este nuevo lugar parecía vasto y frío.
La gata dejo escapar un pequeño maullido, como un susurro, apenas audible. Anhelaba su cálido hogar con el familiar crujido de las tablas del suelo bajo sus patas.
Necesitaba descansar, entre la maleza, cerrando los ojos, se acurruco, una pequeña bola de pelo desesperanzada y triste.
El sonido de unas ramas crujiendo cerca de ella hizo que saltara y se le erizara el cabello, escucho su entorno y olfateo el aire levantándose suavemente para no provocar ningún tipo de ruido, olor a otro gato, era evidente que ya no se encontraba sola, se camuflo entre los arbustos, era tan pequeña y flaca que podría esconderse en cualquier lugar que se propusiera. Entre los pequeños agujeros que dejaban las hojas del arbusto, logro divisar la figura de una gata atigrada gris de espeso pelaje, casi del mismo tamaño que ella, pero obviamente mejor alimentada.
La gata gris olfateo el fuerte aroma a otro gato, se mostro confundida, el olor era tan fuerte como si el gato estuviese al lado suyo, pero a su alrededor no se veía ningún rastro de el, hasta que sintió como el arbusto que estaba al lado suyo se movió.
—¿Quién esta ahí?—Dijo de forma impetuosa—¡Muéstrate!—Bramó
Nada, ninguna respuesta de la gata amarilla, quien, a decir verdad se había paralizado, no sabía si sería seguro entablar una conversación con esa gata, ya que a lo largo de su viaje se había encontrado muchos gatos violentos capaces de atacar hasta al mas pequeño cachorro ya sea porque crea que es cosa de supervivencia o por pura maldad.
La gata gris movió la cola exasperada, como si no tuviera tiempo para esta clase de cosas, erizando el pelaje se acerco al arbusto para descubrir la amarilla y escuálida figura de una gata.
—¿Quién eres tu? y ¿Qué haces aquí?—Dijo con mirada despectiva—Que ¿Quién eres tu? y ¿Qué haces aquí?—Le repitió, como si no hubiera escuchado
La gata color sol hecho las orejas para atrás, tanto que sintió una punzada de dolor, su respiración comenzó a hacerse mas y mas rápida, la gata gris lo noto y se trato de alizar el pelaje, para no demostrar también su miedo, que, al parecer, era mucho menor que el de la gata amarilla.
—Sammy... mi nombre es Sammy, pero todos me dicen Sam—Murmuro con la voz temblorosa—Y...yo estoy buscado algo de comer... no e comido e días
A la gata gris se le noto un brillo mínimo de compasión por aquello, por lo que le respondió con vos mas calmada.
—Y... Sam ¿Qué hace una gata domestica en el bosque buscando comida?—Pregunto
Sammy dudo un momento, pero trago saliva y tomo algo de confianza
—Mis dueños me dejaron en el bosque... me abandonaron—Pronuncio las palabras como si una navaja le traspasara la garganta y ese fuera su ultimo suspiro.
Sammy recordó como el rayo de sol sobre la alfombra, las suaves caricias detrás de sus orejas y el confiable tintineo de su plato de comida se convertían rápidamente en un torbellino de olores confusos y sonidos desconocidos, un entorno completamente nuevo e imponente.
—¡Que horrible!—La voz de la otra gata la bajo de las nubes—Sabía que los humanos eran crueles, pero no tanto
Sammy observo sus patas "yo tampoco sabía que podían ser tan crueles" pensó, levanto las orejas de sorpresa al darse cuenta de que ya se le había alisado su pelaje.
—Bueno, yo no me he presentado aún, así que me presento—Dijo cambiando de tema— Mi nombre es Zarpa de Luna y soy una aprendiza del Clan de la Medianoche, la razón por a que no deberías estar cazando aquí
¿Aprendiza? ¿Clan de la Media noche? Sam no entendió ni una palabra de esa oración mas que Zarpa de Luna.
—Entonces... Zarpa de Luna—Dijo Sam—¿No puedo cazar aquí?
—No, esto es territorio del Clan de La Medianoche, ¿acaso no sientes un aroma distintivo de gatos?
—Sii...— Mintió Sam
Zarpa de Luna había abierto la boca para continuar hablando, pero las hojas retorciéndose en los arbustos hicieron que la cerrara de inmediato. De los arbustos salió un gato atigrado marrón oscuro seguido por una linda gata blanca con manchas grises y de ojos azules.
Los dos robustos gatos miraban a la curiosa gata con una mirada indescifrable, y de forma irrespetuosa el gato marrón movió la cola y se acerco un paso.
—¿Qué hace una minina domestica en nuestro territorio?— Refunfuño el gato
Sam, instintivamente retrocedió, hasta darse cuenta de que la otra gata interrumpía el paso del imponente atigrado con su cola.
—Cálmate Canto de Búho—La mirada serena se volvió hacia la gata color sol—¿Qué haces aquí?
—Buscaba algo que cazar—Se dio cuenta al instante de su error—... Pero me puedo ir, y dejar de molestarlos
—¿tus dueños te abandonaron?—Asumió la gata
Sam observo sus patas y respondió con tartamudeos:
—S... si—Respondió
—Debe ser muy difícil—Dijo ella casi al instante—Te aseguro que el clan de la Medianoche te brindara toda su hospitalidad—El brillo en los ojos de la gata le transmitía una sensación de seguridad a Sammy
El pelaje de Canto de Búho se había erizado, al parecer no le gustaba la idea de que "El clan de la Medianoche brinde su hospitalidad" sobretodo a una "Minina casera" Sam se preguntaba porque es que estos gatos salvajes despreciaban tanto a los domésticos.
—¡¿Q... que?!—Dijo irresoluto—Susurros de la Lluvia ¿no estarás pensando en...?
—Canto de Búho, cállate—Dijo la gata sin perder los estribos—Como tu lugarteniente... y como tu amiga te pido que no cuestiones mis decisiones
—Pero...
—Mírala es un poco mayor que una cachorra y esta hasta los huesos, si la dejamos sola seguramente morirá—Sam no sabía si debía sentirse bien o ofendida por aquello pero se sentía completamente agradecida de que aquella gata entendiera la situación por la que estaba pasando ¿Sera acaso que ella paso por algo similar?
—Bien—Gruño—Aunque sigo pensando que es imprudente de tu parte llevar a un gato doméstico al campamento así como si nada
Los ojos de Susurros de la Lluvia se dirigieron a Sam con un brillo amistoso.
—¿Qué te parece? ¿quieres ir a conocer el Clan de la Medianoche?
—Si—Respondió casi de inmediato
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Los Gatos Guerreros | Sol y Luna
FanfictionUna gata amarilla mimada, encuentra su vida patas arriba cuando la separan de su hogar. Perdida y sola, deberá adaptarse a las duras realidades del bosque. Allí, se encuentra con el misterioso Clan Medianoche, un grupo de gatos salvajes que la acept...