- Lo Ultimo Que Me Quedaba...

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Lo único que podía escuchar era mi propia respiración agitada. Me sentía agotada. Quería acabar con toda esta mierda de una vez por todas. Necesitaba tener paz. La última vez que saboreo el dulce sabor de la paz fue antes de que sus padres murieran.
Cuando su única preocupación era no lastimarse o lastimar a Powder cuando jugaban.

—¡Jinx!— gritó. La esperanza de poder ayudar a su hermana sin recurrir a la violencia estaba influyendo su mente pero con el pasar de los segundos se fue despedazando.

Golpear primero y hablar después ¿no?

Toda su vida estuvo rodeada de violencia; de niña, de adolescente y ahora de adulta. Es como si alguien la hubiera tomado y la hubiera encerrado en una caja en donde lo único que hay es violencia. Cada vez que siente que va a suceder algo diferente, el resultado siempre da lo mismo. Violencia.

—Por fin dijiste bien mi nombre, hermana— su voz. Esa voz que siempre recorre cada parte de mi, causándome escalofríos. Esa era mi hermana.

Toda mi vida se ha moldeado a golpes. Recibirlos y darlos. Golpes contra el suelo. Golpes en la cara. Golpes en el estómago. Golpes que me dejen casi muerta. Usó mis puños para defenderme y para desahogarme. Nunca dudé en dar un golpe. Siempre estuve preparada para eso. Toda mi vida se resume a golpes. Cuando me encontraba frente a el enemigo siempre tuve mis puños en altos. Use mis puños para defender a mi familia. Para defender a Mylo. Para defender a Claggor. Para defender a Vander. Para defender a Ekko. Para defender a Powder.

Mírame ahora. Mis puños en altos cubiertos en grandes metales. Lista para golpear a alguien que en el pasado protegí.

A mi hermana. 

Es fácil lanzar el primer golpe cuando la persona que tienes al frente es alguien desconocido. Es alguien que te hizo algún tipo de daño y tú solo de defiendes. Pero cuando esa persona que está al frente tuyo es alguien a quien una vez abrazaste. Alguien a quien alguna vez protegiste. Alguien a quien una vez peinaste. Alguien con quien jugaste. Con alguien que amaste y amas, las cosas son distintas.

¿Como se sentiría su madre? ¿Como se sentiría Vander al ver que no cumplí su última petición? No la protegí.

Jinx se lanza y da el primer golpe. Es tan rápida que no pudo esquivarlo y el golpe cayó en su mandíbula, cayendo al suelo. Sus movimientos eran anormalmente rápidos. Evite con todas mis fuerzas golpearla. Solo intentaba protegerse de sus golpes con sus guanteletes.

—Jinx— gritó agitada —¡Para ya!— intentaba hablar mientras golpes seguían cayendo hacia ella.

—¿Parar?— Ríe. Su puta risa maníaca —No voy a parar.

A la mierda, ella no es Powder.

Tomo uno de sus puños que iban dirigidos hacia su cara y con la otra mano la golpeó. Dio otro golpe y cambió de posición cayendo encima de ella. Iba a dar otro golpe. Iba. Esos ojos. El miedo. Miedo de mi.

¿Qué mierda estaba haciendo?

¿Porque mierda tenía un traje de vigilante?

¿Porque la lastimaba? A ella. Su hermana.

Bajo su mano lentamente. Una lágrima empezó a deslizarse por su mejilla. ¿Porque la vida no fue más simple?.

516 - Three Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora