- Nada Queda De Mi

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Otro nuevo despertar.

Despertarse después de una larga velada de sueños y descanso es algo satisfactorio. Poder empezar otro día y hacer cosas nuevas.

Otros despiertan con olor a mañana, con el sol filtrándose por la ventana dándole una visión del amanecer.

Yo.

Yo despierto alrededor de toda la mierda qué es mi vida. Un recordatorio diario de que todo no fue más que solo un fracaso.

Que yo, soy un fracaso.

Dormir se volvió un lujo que no me puedo dar. Las pesadillas inundan mi mente tan pronto mis ojos se cierran. La oscuridad que me rodea todo los días desde hace más de un año se volvió algo permanente y constante en mi vida.

En vez de despertar con el olor mañanero, con la paz y tranquilidad, despierto con olor a alcohol y cigarrillos.

Bueno, eso es lo que consumo todos los días a todas horas.

Me despierto, alcohol y un cigarrillo. En el almuerzo, alcohol y un cigarrillo. Por la tarde, alcohol y un cigarrillo. Después y antes de una pelea, alcohol y un cigarrillo. Por la noche, alcohol y un cigarrillo. Y así me rodeo en un ciclo constante que he tenido durante el último año y que tendré en los próximos.

Prefiero ahogarme en un mar de botellas vacías y llenas de alcohol y con colillas de cigarrillo que ahogarme en un mar de dolor y recuerdos.

Prefiero despertarme con la garganta seca y un dolor insoportable de cabeza, que despertarme con lágrimas en los ojos.

Deseando que las cosas hubieran sido diferentes.

El dolor físico es más fácil de manejar que el emocional.

El tiempo para mi perdió el significado. Desde hace un tiempo que dejo de mirar el reloj. En este momento no sé a qué hora me levanto ni a qué hora me duermo. Solo dejo pasar el tiempo. Esperando a que algún día todo se acabe para mí.

Me dirigí hacia la "cocina" si es que así se le puede llamar. Una pequeña nevera llena de moho y muchas marcas de oxidación. Al lado tres gabinetes, en donde uno de ellos tenía el fregadero, que también estaba oxidado y lleno de trastes sucios.

Prácticamente todo el lugar no es habitable por lo menos no para tener una vida relajante y tranquila. Antes no era así, fui yo quien volvió el lugar así. Mi departamento es un reflejo de mi lucha diaria.

Tomé una cerveza, el líquido quemó mi garganta. Encendí un cigarrillo y me dirigí hacia la ventana. No sé si era producto de estas nuevas adicciones pero mis manos siempre están temblando.

Inhale profundamente y el humo invadió mi mente.

Muy en el fondo aún sentía ese dolor. Ese dolor en el que sabes que no estás más que destruyendo todo de ti pero... ¿cómo puedes destruir algo que ya estaba roto?

Una y otra vez me dañaron, dando como resultado la mierda que soy ahora.

Cuando termine mi cigarrillo, tambaleándome me dirigí hacia la sala. Ahí estaba lo único que me había mantenido cuerda aparte de estos nuevos vicios. El saco.

Lleno de sangre. Lleno de dolor. Lleno de recuerdos. Ahí descargo todo. En ese saco está Vi. También está Violet. Entonces...

516 - Three Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora