bloody love › kookmin 1.

Gracias.

Jimin abría los ojos lentamente y se daba con la sorpresa de que no estaba en el hospital. Estaba en una casa que no era la suya ¿Donde estaba?

—Por fin despierta —Jungkook entraba con una taza de café a la sala y se sentaba en el sillón que estaba frente a Jimin.

—¿Donde estoy? —analizaba a Jungkook con detalle.

—En mi casa—respondió con obviedad—me dijiste que no te llevara al hospital, casi me lo suplicaste así que te traje a mi casa y curé tus heridas.

Jimin vió su brazo vendado y no traía su chaqueta, pero algo la extrañó más, tampoco traía su pantalón.

—¿Me violaste?—preguntó sin gesto alguno.

Jungkook escupió su bebida.

—¿¡Que!? ¿¡Que pregunta es esa!? ¡Por supuesto que no!

—¿Donde están mis pantalones?

—Tus pantalones...pues...estaban manchados también así que los quité, toda tu ropa esta secando—explicó.

—¿Y no pudiste cubrirme con algo?—Jungkook se quedó sin hablar—¿Eres un pervertido?— Jungkook negó rápidamente — ¿me tomaste fotos? — Jungkook siguió negando — muéstrame tu celular.

—¡Que no soy un pervertido! —se puso de pie ofendido—en vez de reprocharme deberías dar las gracias—se fué a la cocina.

—Kook...—llamó como si se conocieran de tiempo y Jungkook suspirando dio la vuelta y observó como Jimin se sentaba y lentamente se quitaba su polera dejando ver su tonificado cuerpo.

—¿Qu- que haces?—Jungkook tartamudeó sin saber a donde mirar.

—Ten—extendió su brazo y mostró su polera— también está sucia, ponlo a lavar— lo lanzó a sus manos y se recostó nuevamente en el sillón en sólo ropa interior.

Jungkook sacudió la cabeza saliendo de su trance y asintió para ir a lavarlo.

La puerta fué abierta dejando ver a dos chicos.

—¡Ya llegamos!—entraron muy animados Jake y Heeseung con un par de bebidas en mano, frenando sus pasos al ver a un muy sexy hombre recostado de lo más relajado en el sillón de su amigo, en solo un DIMINUTO boxer— ¡Y ya nos vamos! — salieron con la misma emoción con la que entraron. Debían darle privacidad a su amigo.

—¡Esperen!—Jungkook corrió a la entrada pero sus amigos ya se habían ido—¿Por que no les dijiste que me...—Jimin estaba durmiendo.

Jungkook suspiró y yendo a su habitación, trajo una manta, cubriéndolo de los pies hasta los hombros, deteniendose a admirar el rostro de aquel chico. En realidad era muy hermoso. Sin poder evitarlo, levantó su mano y la posó en su mejilla, limpiando aquel rastro de suciedad en su pómulo.

Jimin abrió los ojos y Jungkook pegó un brinco cayendo de espaldas.

—Solo me duermo unos segundos...¿y ya intentas violarme?

Jungkook lo miró con enojó.

—¡Solo limpiaba tu rostro! ¿Sabes que? ¡Yo mejor me voy a dormir!—se puso de pie. 

—¿Es una invitación a tu cuarto?

Jungkook lo ignoró y se encerró a su habitación.

****

La casa estaba en completo silencio y las luces estaban apagadas. Sólo se escuchaban unos pasos que recorrían el pasillo que conducía a la habitación de Jungkook. Giraban el pestillo con lentitud y empujaban la puerta con mucho cuidado. Jungkook dormía con la sabana tapada hasta la cintura y con solo un polo, dejando ver sus hombros y parte de su pecho.

Cerró la puerta con seguro y prosiguió a quitarse la nueva polera que traía puesta. Lanzándolo al piso y acercándose a la orilla de la cama, inclinándose al rostro de Jungkook. Tomó dos esposas y con mucho cuidado las colocó en las manos de Jungkook. Sonrió con maldad y acercó su nariz a su cuello, perdiéndose en su delicioso aroma y comenzó a besarlo.

Jungkook abrió los ojos del susto y sus gritos fueron cayados por una mano que presionó su boca con fuerza.

—Shhh—Jimin susurró a su oído—me gustas tanto—sujetaba las dos manos de Jungkook sobre su cabeza, Jungkook se removía sin éxito al alguno—te deseo tanto—se recostó sobre su cuerpo, ayudando a abrir las piernas de Jungkook con las suyas, posicionándose entre ellas—me pones jodidamente caliente— el placer que sentia al estar pegada a su cuerpo, era indescriptible.

Jungkook sollozaba intentando liberarse pero le era imposible, Jimin lamía y succionaba su cuello a su antojo mientras se mecía sobre él y le susurraba cosas al oído.

Hubo un momento en que Jimin se descuidó, quitando su mano que cubría la boca de Jungkook y llevándolo a su centro, y fue entonces donde Jungkook gritó por ayuda.

—¡AYUDAAA!—Jimin le pegó una bofetada.

—¡Cállate!—lo ahorcaba con una mano— guarda silencio—Jungkook no podía respirar— ahora es tu turno de amarme—habló muy cerca de su rostro—sólo quiero que me ames— lo besó con desesperación.

—¡NOOO!—Jungkook pegó un brinco despertando de aquel sueño, o mejor dicho, pesadilla. Su cuerpo transpiraba y sentía que su corazón se le quería salir de pecho. Tembló al escuchar que tocaban su puerta—¿Quien es?—se puso alerta.

—Soy Jimin, sólo quería agradecerte por tu ayuda, ya tengo que irme—Jungkook no reaccionaba, aún tenía miedo por aquel sueño—¿no vas a salir?

—Ah, sí...ya voy — intentó relajarse y abrió la puerta, encontrándose a una sonriente Jimin tras el.

—Para ti —le mostró una rosa — la saqué del jardín de tu vecino — rió — casi me atrapa — Jungkook rió nerviosa — ¿Está todo bien? Estas pálido— dió un paso al frente y tocó su rostro.

—No es nada, sólo...una pesadilla.

—Bueno, ya tengo que irme—sonrió—y gracias por ayudarme, eres alguien de muy buen corazón, hasta luego — se despidió.

Jungkook asintió y lo acompañó a la entrada. A los pocos segundos de volver, Jungkook encontró la chaqueta de Jimin sobre el sillón.

—Se le olvidó —tomó la prenda y lo observó — si que era una gran herida la de su brazo —por suerte su madre era doctora y le había enseñado algunas cosas. Hubiera lanzado la chaqueta nuevamente al sillón si no fuera que algo le llamó la atención. La manga donde se supone la habían cortado, estaba completamente sana, sin ningún rasguño u orificio — Que extraño.