Parte 2

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La carreta se detuvo frente a la cabaña cerca del muro y de ella bajó un azabache con una seria expresión y una pequeña maleta.

-Hah... Una semana en este cuchitril. Esto será horrible.

-No seas tan negativo enano! Te puedes divertir limpiando!

-Hah... Por primera vez me da flojera limpiar. Es decir, mira eso -dijo señalando la semi destruída cabaña.

-Lo sé. Pero tendrás que limpiar al final. Estarás aquí una semana.

-Quien dijo que me quedaría?

Se metieron y Hanji se despidió revolviendo el cabello del azabache.

-Adiós enano! Mucha suerte!

Justo cuando terminó de limpiar, una puerta del otro lado del cuarto trataba de abrirse. El Sargento se puso en posición de combate y se acercó lentamente.
Cuando la puerta se abrió, pateó al aire.

-Aaaaauch!!

-Eren?!

-He... Heichou?! Que está haciendo aquí?!- dijo levantándose.

-Tch, primero dime que haces tú aqui.

-Yo.. Vivo aquí.

-Que?

-El comandante Erwin me dio la opción de tener mi cama propia sin estar encadenado y acepté.

-Tch. Y que hago yo aquí?- dijo y salió hecho una furia de la cabaña. <<Ahora si te mato cuatro ojos>>.

Al sargento, Eren le parecía un chico de lo más lindo. Sin llegar a gustarle, pero le tenía mucho cariño, aunque no se lo demostraba.

Pasadas un par de horas hablando los dos juntos, Eren le había contado toda su vida, incluyendo cuando salvó a Mikasa. Pero Levi no había dicho nada.

-Heichou... Es su turno de contarme.

-No lo haré.

-Ah?! Porqué?

-No quiero.

-Porfavor! Y prometo limpiar la cabaña por fuera.

-Hasta el techo?

-... Está bien.

-Hah... De niño yo... Vivía en la ciudad subterránea, donde apenas y hay luz del sol. Ahí era o robas o mueres de hambre...- siguió contando hasta que llegó a la parte más difícil de recordar... La muerte de sus amigos, Farlan e Isabel -... Desde entonces le tengo rencor a Erwin.

-Oh... Ahora entiendo...

-Eh? A que te refieres?

-Ah... Porque le llaman "el hombre más fuerte de la humanidad"... No sólo es físicamente... Si no porque ha sufrido mucho... Heichou.

Esas palabras le llegarían tan profundo al sargento que desvío la vista y frunció el ceño.

<<No llores... No frente a él...>>

En la noche, el sargento estaba acostado en su cama, con Eren acostado en el suelo.

-Heichou?- habló el castaño a la mitad de la noche.

-Hm?

-Usted... Amaba a Petra?- el mayor se quedó helado. Esa pregunta iba en serio?

No llores...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora