Con la corona de malta en la mano
soplan el humo en la quena.
Perfumadas las napias
de aroma de diáfana planta.
Comen gajo a gajo la mandarina
mientras el perro se funde con el pasto
en el sol. Sonrisa de pobre vale doble.
¿Dónde vas con esa cara de procariota?
Careces de núcleos en tu seno.
Colapsa el eclipse en fractales.
Los flagelos te desplazan.
Desechos radiactivos
de ciudades escleróticas.
Contienes cuerpos
extraños e infecciosos.
Contaminas el ambiente con tu aliento.
Vuelve al Hádico del que provienes.
Sintagmática propensión
de autárquica estructuración.
Pragmática concatenación
en fonética propagación.
Práctica técnica rítmica,
clásica estética imita.
Catártica predica catalítica:
simpática sonrisa, sí,
pero medio de milica;
despiadada y hermosa,
como la naturaleza.
Tántrica telepatía
que los fonemas evita:
rizomáticos micelios
conectan por dentro.
Liberada catarata de palabras,
indómito vómito cerebral;
pura descarga motriz a través
del enraizado nervioso.
Querer ser alguien es estúpido
en su extremo.
Ser nadie es estúpido
por igual.
Es cuestión de fundirse
con el mundo originario.
En su boca suspira su aroma
el cachorro de perro.
La sonrisa revela el espíritu.
La mirada vida interior.
Y esa experiencia sensorial de bacteria, ¿cómo te hace sentir?.
Puede llevar a la locura involucrarse con modelos,
si son de déficit fiscal, monetario y nacional.
Por demás el día estuvo bien:
el otoño hizo un pido gancho
y un veranito transitorio estuvo a cargo.
Nunca está mal escribir la alegría.
Lo agradece el ánima siempre.
¿Todavía no vistes? La materia sonríe.
El sol te acaricia la cara. Una parte gustaría
fundirse entre brazos. Otra espera el beso
etéreo de la ninfa. Fuma una seca de cerveza.
Consta de repetición y de práctica;
la constancia acelera el vibrato.
De la tía Bety:
la diabeti.
Pero qué chabon jirafales,
quiere enseñar todo el tiempo.
Terrible ñoño, wacho sapo, sape,
te re banco; ya fue, arrancalo.
Conjura el hechizo en sintagmas.
Eritema lingüístico causa.
Observar signos elementales.
Incorporar signos elementales.
Configurar una visión propia
a partir de la interpretación
de los signos elementales.
Epistemología: conocimiento sobre distintas visiones.
Todo esto fue demasiado. La poción lo hizo percha y cayó:
rodó como bolsa de papa en el suelo.
No soportó el hechizo del análisis:
hay algo que no caza del todo;
tomá, un mate, el próximo cebalo,
de eso consta el mate de hermanos.
Extrañar una presencia
ante la presencia de la ausencia.
Sembrar y cosechar: de eso consta la vida.
El wacho sapo en rítmica prédica:
pero qué chabón jirafales.
Existe una repetición: y eso disminuye la calidad.
Pero hay conciencia de la repetición, y eso aún disminuye la calidad.
'ta jugando, 'ta jugando.
El wacho weimaraner arrancó a rascarse las garrapatas.
Cheto pulgoso, escozor en el lomo, si no llora no come.
Todavía no se termina la hoja.
Siempre hay una línea de menos, jamás una línea de más.
Tejido de sentidos entrelazados.
Sonrío a los rayos del sol.
Es suficiente ser suficiente.
Ser ya es suficiente.
Existe armonía elemental,
conexión interior desde todos los entes.
La existencia entera encuentra su cúspide
en cada punto de su extensión.
Eso sí que es suficiente.
Darwiniano el jirafales de la epistemología,
nerd con camisa cuadrillé de la física teórica.
Justo lo que el planeta necesitaba:
otro poema, justo el mío.
Tipos de zurdos:
zurdos, y ambidiestros.
Podemos hablar sobre el insecto
que da vueltas en la sala: es mi hijo.
Zanguango kafkiano y berrinchero.
Con un cheto cachetazo lo acomodo.
Es de armas usar, durante su robar.
¿Globalizadores o nacionalismos?
Luchas de clases y qué se yo y qué se cuánto.
Para todos los pueblos del mundo
una revolución de amor y paz.
Difícil enamorarse de una sola flor
para quien ama la naturaleza entera.
Mostró la hilacha y perdió todo el aura,
ya basta de cháchara insulsa,
basta de dialéctica sosa.
El hielo hace ruido en la copa.
Los labios marcan el vidrio.
Tararea la cítara eólica en prolija polirritmia lícita..
