9.-el rayo, el cristal, la lluvia y...

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El dios se detuvo antes de atacar, sorprendido por la forma de actuar del humano—ni siquiera pareces un guerrero, mas te vale no decepcionarme, o si me asegurare de que tus últimos segundos sean de puro dolor—el dios le grito mientras balanceaba sus sables entre sus manos

En aquel momento el dios dudaba si pelear pues su oponente no parecía querer defenderse de la amenaza que se venia

—Si, tienes razón, no soy un guerrero, soy un creador—le respondió mientras golpeaba el suelo con su vara—pero desafortunadamente no creas un arma sin tener que probarla—le dijo mientras blandía aquella varilla dorada por los alrededores

—Eso es un arma, yo solo veo palo de uno de los metales mas frágiles con unos rubíes para decorar mientras yo tengo mis armas divinas que forje para derrotar a los dioses de los cielos—Veles se burlo, el estaba enterado que los humanos ahora no contaban con las valkirias para hacer el volund, por lo que volvían a depender de sus inútiles armas

—No son rubíes, son algo mucho mas complejo—Flamel no se molesto por las burlas del dios—pero si estas tan seguro de tener una mejor arma, ataca y lo comprobaremos—el levanto la vara en gesto de lucha

—Ya lo veremos—el dios de la caza comenzó a correr con sus sables alzados. el reduciría la distancia entre ellos con mucha facilidad. Lanzando un enorme corte apenas tuvo el humano al alcance

Nicolas Flamel no tardo mucho en reaccionar pues levantaría su vara, bloqueando aquel golpe sin muchos problemas, solo para comenzar a sentir dolor en sus brazos

Aquel era un escalofrió producto de la onda expansiva del golpe del dios que le superaba en fuerza y Flamel no estaba acostumbrado a recibir golpes tan fuertes—eso dolió—penso en silencio

T esto continuo, Flamel sentía la fuerza del dios, ejerciendo mucho mas peso en su golpe que la que el pudiera replicar, solo podía empujar para mantener su posición. Por supuesto, Veles se jactaría al ver que superaba a su oponente en fuerza bruta, aplicando mas fuerza para obligarle a arrodillarse

Pero todo cambio en un instante cuando Flamel había alcanzado el punto exacto de resistencia, de inmediato la vara de Flamel, comenzaría a brillar, primero en la parte que había recibido el golpe, luego se expandiría por todos su superficie, despertando un brillo mucho mayor en las gemas rojas

Sorprendido al dios, quien al principio pensó que era solo una ilusión, sin siquiera detenerse en su envestida constante, hasta darse cuenta que por mas fuerza que aplicaba no se veía ningún cambio, aquel fenómeno le impedía avanzar

Hasta que algo cambio, unas chispas fugaces comenzaron a surgir de las piedras, para llegar al cuerpo de Flamel—aquí esta, el poder del alkahest—Flamel dijo cuando un resplandor blanco apareció

Veles no alcanzaría a reaccionar cuando una luz le golpearía en el pecho, acompañada por un enorme trueno

De inmediato todos los vieron, el dios saldría volando ante el impacto de un rayo que lo arrastro por todo el estadio, con su enorme poder

Todos se quedaron asombrados ante el enorme poder con el que aquel humano había reaccionado, no solo eso, sino que el estadio se comenzó a llenar de una luz roja

Göll no podía creerlo aquello era igual a la visión que había tenido cuando Boudica le mostro el futuro, el brillo rojo que cubría el estadio, aunque esta solo era el comienzo de las visiones


—Que, ¿Cómo es posible que un mortal pueda lanzar un rayo?— Dionisio grito al ver aquella escena, incapaz de comprender lo que estaba viendo

shuumatsu no valkyrie: esquirlas de oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora