Prólogo

66 12 0
                                    

El segundo hijo del matrimonio Malfoy no se destacaba precisamente por su inteligencia. De hecho, algunos creían que el pobre niño no poseía ni un poco. Pero nadie podía negar que tenía una increíble habilidad en el piano. En todas las fiestas en la mansión Malfoy deleitaba a los demás con una perfecta interpretación en el piano. El matrimonio Malfoy estaba orgulloso de los elogios que recibía su segundo hijo por su talento, aunque los comentarios pocos inteligentes del pequeño Rigel dejaban mucho que desear. Pero siendo Lucius el heredero, dejaban pasar el único defecto de Rigel, porque en lo demás era igual que su hermano mayor: un purista de la sangre.

Entonces, cuando Rigel llamo “sangre sucia inmunda” a Lily Evans en su primer año en Hogwarts. Se gano el odio de James Potter y se volvió el blanco de las bromas de los Merodeadores. Durante años, Rigel soporto bromas pesadas hasta que llego a su punto máximo cuando volvieron su cabello platinado, negro como el carbón.

—¡Odio al traidor de la sangre de James Potter! —gritó Rigel, furioso, entrando a zancadas a la sala común. —¡Odio a los merodeadores! ¡Los odio!

—¿Qué te hicieron ahora Rigel? —le pregunto Felicity Knox, la mejor amiga de Rigel.

Rigel se quitó la capucha de cabeza, llamando la atención de los demás en la sala común hasta del Regulus Black quién ni siquiera presto atención a los gritos anteriores. Felicity se llevo un mano a la boca cuando vio el cabello negro de Rigel.

—¿Intentaste algún hechizo para deshacerlo? —le pregunto Felicity.

—Ese es el problema, Felicity. No se puede deshacer.

—¿Fuiste a la enfermería? —le pregunto Regulus.

—Sí, no me lo pudieron quitar con nada.

—Tal vez puede preguntarle a uno de ellos que hechizo usaron para quitártelo —sugirió Felicity.

—Prefiero ser comido por el calamar gigante que hablar con uno de esos traidores a la sangre de los Merodeadores.

—Remus Lupin no parece ser tan malo, ¿por qué no hablas con él?

—¿Y si arrojo a James Potter de la torre de astronomía?

—Sería divertido —dijo Evan Rosier, sonriendo.

—Divertido para ti que eres un lunático —le contesto Felicity.

—Admítelo, preciosa —le dijo Evan. —Lo que necesitan esos traidores de la sangre es una cucharada de su propia medicina y nuestro pequeño cuervo Rigel se los dará, ¿Cierto, Rigel?

—Sí, le escribiré una carta a mi padre ahora.

—No, Rigel. Debes hacerlo tu mismo ahora.

—¿Pero que es lo que debo hacer?

—Rigel esos idiotas te hicieron la vida imposible desde tu primer año. Debes vengarte.

—No escuches a Evan —dijo Felicity. —¿y si te metes en problemas?

—Siempre pacífica —se burlo Evan. —¿no te cansas de ser tan aburrida, Felicity? Con razón no tienes un novio.

—¡Cállate! Tu tampoco tienes novia, Rosier.

—¿Por qué atarme a una relación cuando puedo estar con todas?

—Rigel no escuche a este imbécil —le dijo Felicity.

—Esos idiotas te verán en la cena con el cabello negro y se burlaran de ti, Rigel. Debes ir un paso mas adelante, mover una pieza del tablero.

—¿De que tablero estas hablando? —le pregunto Rigel, confundido.

—No me refiero a un tablero literal, Rigel.

—¿Podes explicarme todo de nuevo?

Evan suspiro para agarrar los hombros de Rigel.

—Tu le harás una broma a Potter.

—¿Qué debo hacer?

—Amortentia.

Blood and Cursed Silver | James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora