Capítulo 1

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James Potter estaba sentado con sus amigos en la mesa Gryffindor cuando Rigel entro al Gran Comedor. Todas las miradas se dirigieron al Malfoy menor al notar que su cabello plateado ahora era negro como carbón. Rigel ignoro esas miradas curiosas y siguió su camino con su elegante porte hasta la mesa de Slytherin. James, Sirius Black y Peter Pettigrew comenzaron a reírse de Rigel mientras Remus Lupin se mantenía callado.

—Mi vida social acabo —soltó Rigel, dramáticamente mientras se sentaba al lado de Felicity.

—Eso no es cierto Rigel —le dijo Felicity.

—Se están burlando de mi esos malditos traidores de la sangre.

—No le hagas caso.

—Rigel mira lo que tengo aquí —le dijo Evan, dándole una pequeña botella de Amortentia.

—¿De donde conseguiste eso? —le cuestiono Felicity. —No sé lo des a Rigel. Eso es peligroso y no creo que justamente Rigel deba usarlo.

—Rigel no escuches al ratón de la responsabilidad —le dijo Evan, sonriendo de manera engreída. —Escúchame a mí. Tienes que darle esto a Potter. Es sencillo.

—¿Y después se enamorara de mí? ¿Por qué eso sería una venganza? Evan no lo entiendo.

—Será humillante para Potter saber que te persiguió como un loco enamorado por todo el castillo.

Rigel sonrió al comprender un poco las palabras de Evan. Felicity se cruzo de brazos en su asiento, mirando mal a Evan, pero a este le satisfacía como ella lo miraba.

—Eso suena bien —contesto Rigel, mirando el pequeño franco rosado en su mano. —Que Potter  se sienta humillado al menos una vez después de humillarme tantas veces desde nuestro primer año.

—No lo hagas Rigel —le dijo Felicity. —Estarías rebajándote a su nivel.

—No lo entiendes Felicity —contesto Rigel. —Los Merodeadores me han molestado sin descanso y en especial Potter cada día de mi vida en Hogwarts. He acabado más veces en la enfermería de la que recuerdo.

—Knox lo que quiso decir Rigel es que te metas en tus propios asuntos si no vas a ayudarlo en su venganza contra ese estúpido de Potter y los Merodeadores —le dijo Evan.

—¿No le dirás nada a tus estúpidos amigos? —le cuestiono Felicity a Regulus quien estaba sentado a su lado.

—No hagan nada estúpido —les dijo Regulus sin despegar la mirada del libro. —O al menos intenten no hacerlo.

—Gracias por tu apoyo. Es un gusto saber que contamos contigo, Black —contesto Evan, sarcástico.

—De nada.

Rigel miro con atención como Evan mesclaba la amortentia en el jugo de calabaza para después extenderle la taza.

—Tienes que dárselo a Potter —indico Evan.

Rigel se levanto de la mesa con dedición para acercarse a la mesa Gryffindor. James se estaba riendo de un chiste que había contado Sirius cuando se dio cuenta de que se acercaba a Rigel. Él frunció el ceño.

—Hola Potter —sonrió Rigel.

—¿Qué quieres Malfoy? —le pregunto James, serio.

—¿Un consejo para la peluquería? —dijo Sirius, haciendo que sus amigos se rieran.

—En realidad no —contesto Rigel. —Les quería agradecer.

Los merodeadores observaron desconcertados a Rigel.

—¿Agradecernos? —cuestiono James, incrédulo.

—Sí, agradecerles porque este color de cabello me sienta bien. Me hace ver más atractivo de lo que ya era y las chicas aman el cambio.

James miro con molestia a Rigel.

—Y como se que la idea de pintarme el cabello fue de Potter —él le extendió el jugo de calabaza. —como agradecimiento este jugo de calabaza es para ti.

—Malfoy que considerado que eres —James agarro el jugo de calabaza con una sonrisa. —Gracias Malfoy.

Rigel sonrió con orgullo. Él se sentía tan inteligente en ese momento por lograr engañar a James Potter.

—De nada Potter. Entonces adiós.

—Adiós Malfoy.

James siguió con la mirada a Rigel para después mirar el jugo de calabaza.

—Es obvio que este jugo de calabaza tiene alguna poción —dijo James.

—Malfoy no es muy inteligente —se burlo Sirius. —¿Intentar hechizarte? ¿En serio?

—Sí, Malfoy no es muy listo —contesto Peter.

James sintió un aroma particular al oler el jugo de calabaza.

—Al parecer este jugo tiene un hechizo de amor —sonrió James para mirar a Rigel en la mesa Slytherin. —¿Esta es su venganza?

—Tenemos que devolvérsela James —sugirió Sirius. —Intento hechizarte y debes responder.

—¿Y si le hacemos creer que funciono su hechizo?

—No creo que sea una buena idea —le dijo Remus.

—Es una increíble idea —contesto Sirius.

—Sí, puedes usarlo a tu favor —dijo Peter.

—Tienes razón Peter —contesto James. —Haré que se arrepienta de intentar hechizarme. Le demostraré que nadie puede contra el mismísimo James Potter.

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⏰ Última actualización: Aug 11 ⏰

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Blood and Cursed Silver | James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora