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Lo toma del brazo; Daniel retrocede con temor. Jungkook perdió el control, lo toma a la fuerza llevándolo a la habitación, donde lo deja sobre la cama.

Jimin se levanta y se abalanza sobre su cuerpo, golpeándolo con intensidad. Está cansado de estar encerrado, necesita salir o se volverá loco. El simple hecho de que él lo toque con sus manos —las cuales pasó por esa mujer— lo hacen enojar. Golpea su pecho con fuerza mientras grita:

—¡Déjame salir, hijo de puta! ¡Me das asco! ¡Me tienes cansado, déjame ir! —le grita a punto de romperse.

Jungkook lo toma del cabello, sujetando su nuca con intensidad. Lo toma de ambas manos, lo pega a su cuerpo. Su perfume lo invade; huele tan bien. Su esposo es hermoso, con un carácter de mil demonios que lo saca de quicio, nadie en comparación a la obediente Madison, puesto que el destino le supo jugar una buena carta. Está harto de él.

No ha vuelto a la casa porque su paciencia es corta. No lo quiere matar ahora. Ya está en su lugar de paz y lo vuelve loco en los pocos segundos que lleva en el lugar.

—Te vas a calmar porque te haré respetarme y no te va a gustar.

—¿Qué, me vas a violar? Eso solo me demostraría lo bajo y cobarde que eres. No me queda duda de que seas capaz de eso y de mucho más. A mí no me tocas. Yo, como tú, duermo con un ojo abierto porque si te atreves a tocarme, no dudaré en matarte. ¿Quién sabe cuántas enfermedades tendrás? ¿Con cuántas putas te acuestas?

Jungkook pierde la cabeza y lo besa con intensidad; lo está volviendo loco. Lo toma llevándolo a la cama, haciendo que Jimin sienta asco. Lo besa y él lo muerde. Lo sigue besando y baja por su cuello, haciéndolo llorar.

—¡Para, para, por favor! ¡Dios, no para! —le dicen susurros de dolor al sentir que las palabras se traban por las lágrimas que recorren su mejilla. Él rompe su camisa, dejando su pecho expuesto, lo cual besa y lame con intensidad. Aunque no piensa tocarlo, quiere darle una lección, una que le informe lo que es capaz.

—Por favor, Jungkook, no me toques —se suelta de su mano y lo toma del cuello, atrayéndolo a él de forma que le permita calmar su enojo. Hace que él lo vea y lo besa con calma, sintiendo en su boca la sangre que brota de sus labios, acariciando su cuello, de manera que Jungkook se controle.

—Solo te pido que me dejes llevar a mi abuela a la quimioterapia, solo eso. No puedo estar encerrado, no puedo dar ni un puto paso al jardín sin que tus hombres me estén acosando. Sé que no me vas a dejar ir y te juro que no me iré. Me informaron de lo bueno que son tus especialistas y lo bien que le va a mi hermana. Ya mi abuela está en sus terapias, solo quiero verlas.

Le dice que su vida está atrapada con un hombre que es dueño hasta de su forma de respirar.

—No juegues conmigo, Jimin, porque ya te he perdonado la vida y no soy hombre de perdonar nada. Si te comportas como debes y dejas de darme problemas, yo puedo ceder. Antes no, estás fuera de control, me estás jodiendo todo.

—Solo déjame salir, te lo pido, quiero verlas.

—Jimin, una jugada y no dudaré en acabar contigo y tu familia. No soy hombre con quien puedas jugar, ¿entiendes? —Lo sé —le dice, sabiendo que él mandó a matar a su ex y a su familia. No duda que sea lo que sea que haga, él tendrá el control. Es un demonio que, aparte de inteligente y astuto, debe saber jugar bien sus cartas, puesto que utiliza el miedo de las personas para su beneficio, lo cual demuestra el cambio de Jimin en un instante.

Solo si él supiera que Jimin acaba de tomar la misma táctica con él para su beneficio. Ambos son tan astutos que simplemente se complementan. Se acomoda sobre él, la besa en los labios; sus pezones entran contra su pecho desnudo mientras él lo tiene acorralado sobre su cama, sus enormes muslos donde Jimin se sostiene. Lo pone nervioso, jamás había hecho algo así con nadie. El hecho de que él lo tome a la fuerza no sería el plan que tiene para su primera vez. Sus corazones se aceleran por un momento. Jungkook lo besa más calmado, bajando por su cuello hasta sus pezones, los cuales prueba uno a uno, haciendo jadear de placer a Jimin, quien se niega a ceder.

—¡Para! —le dice alejándolo—. Haré lo que me pidas, pero no me toques. No me voy a entregar a ti, me das asco.

Lo siento. Jungkook lo desea, y saber eso lo hace retroceder con frustración. Su organización está llena de bases y principios; los robos de galerías de arte, joyas, traspaso de armamentos, droga y demás son su historia, de lo que ha vivido su familia por años. Sin embargo, son una familia de principios, que son adaptados a su manera. Su fachada siempre han sido sus empresas, las cuales manejan para lavar su dinero, tanto en fundaciones benéficas, donaciones; todo un cartel bien organizado, el cual les permite mantener su fachada generación tras generación, aunque para Jungkook la herencia se la pasó por donde no le sale el sol, ya que les arrebató el derecho a sus hermanos, convirtiéndose en el rey de la mafia.

Con ello vienen muchas responsabilidades y, como es la tradición, muchos quieren ese poder. El hecho de que su esposo se niegue a tener sexo con él lo frustra, ya que el objetivo de base de este reinado implica casarse y tener hijos, puesto que a sus hermanos les fue muy bien; ellos eligieron a sus novias.

Él jamás se enamoró de nadie y no piensa hacerlo. Sus ambiciones van más allá de los sentimientos, a los que no les presta atención. Por ello eligió a Madison, una mujer que le daba lo que él quería cuando lo quería. Siendo el rey no solo de la mafia sino del sexo, es su mayor adicción; por ello desea tanto a Jimin. Al no tocarlo, lo hace sentir insatisfecho. No fue lo que planeó y no es lo que desea, puesto que su ego y reputación están en juego. No puede simplemente dejarlo ir, no cuando ha arriesgado tanto por tenerlo, su seguridad y la de su familia al traerlo. No lo obligará a nada que no quiera, pero eso no hará que se aleje derrotado, puesto que es el rey de la seducción y ninguna mujer ni hombre se le resiste. Él no será la excepción.

Saca del armario una camisa de mi hermana y se la pone.

—Francés, te llevará con tu abuela —es más, Jungkook  se levanta—. Jungkook saca de la gaveta un fajo de efectivo y una serie de tarjetas que mandó a preparar para él.

UN ESPOSO  PARA UN MAFIOSO--- CORRIGIENDO....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora