~ Cap 3 ~

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*Tic tac*
*Tic tac*

Apagué el despertador casi de un puñetazo. Las 07:00, no se porque me despierto tan pronto si tengo el día libre, además, no he dormido casi nada.

Manías supongo, odio levantarme tarde. Me levanté y fui al baño a lavarme la cara, me miré al espejo y vi que me estaban empezando a salir ojeras, malditas migrañas. No entiendo porque está vez mi medicina no funcionaba, he cambiado la fórmula varias veces y todavía no cambia nada, eso hace que me enfade bastante...

Byron: - Dejemos los enfados desde primera hora de la mañana anda -

Después de hablar solo, como siempre, intenté relajarme y me fui a hacerme el desayuno. A lo que yo llamo desayuno se refiere a un simple café solo, sin azúcar.

Mientras me tomaba el café revisaba algunas de mis recetas más eficaces a ver si así encontraba el problema del porque mi nueva receta no funcionaba. Seguí mirando pero no llegué a ninguna conclusión, así que dejé la maldita receta y me puse con otra cosa.

Bueno, con otra cosa no porque no tenía nada interesante que hacer, hasta las seis no había quedado con el detective...

Fui a mi armario a pensar que ponerme ésta tarde, me gusta planear las cosas con alteración.
Rebusqué en mi armario y no había nada que me convenciese, solo tengo camisas blancas y negras y poco más. Ahora que lo pienso soy un poco aburrido a decir verdad, solo tengo cosas blancas o negras, lo único de color que tengo es una gran chaqueta roja con detalles dorados de mi antiguo trabajo.

Verla me trae bastantes recuerdos de cuando trabajaba en el circo como jefe, era un buen trabajo, pero había que controlar bastantes cosas y a veces las cosas no salían como yo planeaba, cosa que odio, me causaba bastante estrés así que le deje el puesto a Charlie y yo me fui a buscar al que es actualmente mi trabajo. Me gusta ver que mis recetas son efectivas y ayudan a los demás.

Bueno, todavía no he decidido que me voy a poner... Alomejor debería hacer una visita a Colette... Si, eso voy a hacer.

Tiene una gran tienda de ropa en la cual le acompaña un chico de pelo negro, el cual tapa uno de sus ojos, igual que como lo lleva Colette, si mal no recuerdo Colette me contó que el chico se puso así el pelo por Colette como gesto de amistad. Se llamaba... ¿Eddie? No así no era... ¿Edward? No me acuerdo, soy malísimo para los nombres. Bueno, como sea, Colette es de las pocas personas a las que les tengo cariño, es como una hija para mí.

Hace unos años vino al hospital con una gran herida en su ojo porque había tenido un accidente de coche, intenté hacer todo lo posible para salvarlo, pero al final no pude hacer nada, esa pobre chica se quedó sin ojo.

Estuvo unos días ingresada por el accidente que había tenido, y yo estaba a cargo de ella. Los días que estuvo ingresada nadie vino a verla, así que decidí preguntarla por su familia.

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Byron: - Oye... ¿Y tus padres? ¿Por qué no vienen a verte? Eres menor de edad todavía, deberían hacerse cargo de ti -

La chica no respondía, tampoco había sido muy habladora estos días.

Byron: - ¿Caroline? Ah no... ¿Charlotte? -

La chica soltó una pequeña carcajada.

Byron: - Perdón, no se me da bien acordarme de los nombres -

Colette: - Me llamo Colette -

Byron: - Eso, Colette, cuéntame ¿Por qué no vienen tus padres? -

Colette: - De mi padre prefiero no hablar... -

El Caso Sin Cura (Gray x Byron)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora